Aleta Dorsal
El conjunto de aletas presentes en los peces tiene como objetivo primordial la locomoción del individuo y están adaptadas a servir a este propósito en el medio acuoso. Aunque existen variaciones, todas las especies de peces comparten un esquema básico en cuanto a la posición y cantidad de aletas, esto pone de manifiesto la existencia de un ancestro común con un plan de aletas que sufrió pocas modificaciones. Los tipos de aletas, nombradas según su posición son: dorsal, caudal, pélvicas, pectorales y anal.
Todas las aletas tienen en común el hecho de ser estructuras membranosas que están sostenidas gracias a radios de origen óseo o cartilaginoso, según el tipo de pez del que se trate (osteoictio o condrictio, respectivamente).
La aleta dorsal es la que se encuentra en la parte superior del pez, más precisamente en la zona media de la espalda. Junto con las aletas anal y caudal, es una de las tres aletas que se encuentran como aletas únicas, es decir no forman un par. Esta aleta tiene la peculiaridad de que puede presentarse como una unidad o puede estar segmentada en dos (incluso tres) aletas, dependiendo de la especie de pez. En el caso de que se presente en dos segmentos se les llama primera y segunda aleta dorsal, siendo la primera la de posición anterior.
Una de las principales funciones de las aletas dorsales es el equilibrio. Al estar erguida en la parte superior del pez, ésta funciona como una especie de “quilla” que impide, o ayuda, al pez a no quedar “de costado”. La mayoría de los tiburones poseen primera y segunda aleta dorsal, y se cree que esto les da mayor estabilidad en los giros bruscos que generalmente realizan estos animales.
Otra función que puede tomar esta aleta en algunos peces es de protección, ya que en algunas especies los radios de las aletas se encuentran modificados para poder funcionar como espinas. Muchos Siluriformes (bagres o “catfish” en ingles) pueden trabar en posición erecta el primer rayo de su aleta dorsal con el objetivo de utilizarlo como púa. En casos más extremos las espinas contienen además veneno, como el del pez piedra (Synanceia verrucosa) cuyas potentes toxinas pueden causar incluso la muerte a un humano adulto.
Gracias a la variedad de tipos morfológicos de aletas dorsales que se encuentran en las distintas especies de pez, ésta es muy utilizada como carácter taxonómico. Lo primero que se considera es si la aleta está segmentada o no. Si ésta está segmentada se puede distinguir si la separación entre las dos (o tres) aletas es grande o están prácticamente pegadas.
En el caso de los mamíferos marinos, como ballenas y delfines, se debe puntualizar, que las estructuras también llamadas aletas dorsales presentes en estos animales no tienen una relación evolutiva con las de los peces. Su única similitud surge de que cumplen la misma función, pero las aletas de los mamíferos marinos no se desarrollaron de estructuras similares a las de los peces. Esto es lo mismo que sucede entre las alas de los murciélagos y las de las aves. Cuando dos estructuras cumplen la misma función en dos organismos distintos pero tienen orígenes evolutivos diferentes se dice que son estructuras análogas. Por otro lado, se dice que son estructuras homólogas cuando sí tienen un origen evolutivo común, como por ejemplo las aletas dorsales de tiburones y peces óseos.