La transmisión de COVID19 en jóvenes es baja
Tras el periodo de cuarentena y al ver decrecer la curva de la pandemia producida por SARS-CoVir2 las medidas de restricción se están relajando. Uno de los pasos claves para continuar con la actividad cotidiana es la vuelta de los más pequeños al colegio. Este colectivo fue uno de los primeros en ser recluido y por ello uno de los menos estudiados. Los datos sobre la enfermedad en los menores de edad son escasos y nadie quiere arriesgarse a que los más pequeños de la casa se expongan a un virus potencialmente letal. Sin embargo, un estudio llevado a cabo en el “Hospital Sant Joan de Déu” en Barcelona (España) mostró que a pesar de la prevalencia de la enfermedad es similar a la de adultos, la sintomatología es mucho más leve.
Este estudio fue llevado a cabo con 724 niños en hogares donde al menos uno de los progenitores era positivo para COVID19. En estos hogares un 18,9% de los adultos que convivían dieron positivo y un 17,5% de los niños. Sin embargo, el 99% de los niños presentaron una sintomatología leve o fueron asintomáticos. Parece que los niños son más resistentes al contagio, aunque estos datos son muy preliminares para afirmar con rotundidad este hecho.
En relación a la presencia de ARN del virus en el tracto nasofaríngeo un 33,8% de los adultos dieron positivo un mes después de la infección, pero tan solo un 11,9% de los niños tenían todavía una carga viral suficiente para dar positivo en una prueba de PCR. No solo el número de positivos es menor sino que además el estudio muestra que la carga viral también es menor que en adultos.
Los resultados de este estudio parecen arrojar algo de esperanza en la propagación de la enfermedad en los más jóvenes de la casa. Sin embargo, como dicen sus autores todavía hay que aumentar el tiempo de observación, que en este caso ha sido de dos meses, y buscar las razones por las que los niños presentan esta mayor resistencia. El equipo de investigación está buscando marcadores en la microbiota de los niños posibles marcadores que arrojen algo de luz a porqué son más resistentes. Finalmente, el mismo grupo ha realizado también un estudio en embarazadas. De forma similar que con los infantes, se ha comprobado la prevalencia de la infección en embarazadas que convivían con una o más personas que fueran positivo para COVID19. Si bien está en fase preliminar han avanzado que parece que cuanto menos es el grado de desarrollo del feto, mayor es la inmunidad de la madre al COVID19. Siendo las embarazadas que han sido infectadas por SARS-COVIR2 durante el tercer trimestre las que han presentado una sintomatología más grave.
En Laguia2000 ya hemos hablado con anterioridad de estudios que se han llevado a cabo en jóvenes con unos resultados similares a estos y muy esperanzadores, leelo aquí. Podría ser que los más pequeños estuvieran protegidos contra el virus de maneras que todavía no entendemos completamente. No obstante, esto podría ser beneficioso para que pudieran gozar de algo más de libertad.