La OMS pide que no se use variante deltacron y flurona
Las variantes delta y omicron son las dominantes en la mayoría de países durante el inicio de 2021. Si bien es verdad que todavía prevalecen algunas de las anteriores y que ya van surgiendo las nuevas, estas dos destacan por ser una especialmente contagiosa, la omicron, y la otra especialmente virulenta. Ambas basan sus características únicas en mutaciones puntuales acumuladas en su material genético. La proteína S, o de la espiga, es una de las más importantes en el proceso de infección y es precisamente ahí donde se acumulan la mayoría de las mutaciones más jugosas del virus.
Recientemente (el lunes 10 de enero de 2022) la OMS emitía un comunicado sobre las expresiones “deltacron” y “fluorona” para que no se usasen. La primera haría referencia a una combinación de las variantes delta y omicron, que daría potencialmente una nueva variante que podría tener las características más potentes de ambas en el peor de los escenarios. Sin embargo, la OMS dice que los datos de secuenciación obtenidos sobre esta posible nueva variante o combinación son inexactos y que posiblemente sean debido a una contaminación cruzada de muestras. Es cierto que se han encontrado ambas variantes conviviendo dentro del mismo hospedador. Posiblemente incluso se reproduzcan dentro de las mismas células. Pero no se han encontrado todavía virus cuya secuencia única sea una mezcla de ambos. Esto es debido a que algunas de las 46 mutaciones más importantes en omicron suceden en los mismos locus, posiciones dentro del material genético, que las mutaciones que dan sus características a la variante delta. Mientras que una variante ha sufrido mutaciones en ciertas regiones que han llevado a potenciar unas habilidades, en la otra han mutado las mismas regiones para potenciar otras.
De forma similar la fluorona también sería incorrecta. Esta mezcla entre la gripe (flu en inglés) y el coronavirus tampoco está pasando. Sí está pasando que un mismo paciente esté achacado con ambas enfermedades, pero la recombinación del material genético entre ambos virus no ha tenido lugar. En este caso la quimera entre ambos virus daría lugar a un híbrido extraño de características desconocidas que dependerían de que secuencias adquiere de cada uno de los dos virus.
Aunque no hayan pasado todavía estas combinaciones teóricamente sí son posibles. Los virus replican, hacen copias, de su material genético aprovechando la maquinaria celular del hospedador. En ese momento el material genético, ya sea ADN o ARN del virus, se encuentra libre en el citoplasma celular y es encapsulado por las proteínas de la cubierta del virus. En este proceso cabe la posibilidad de que se encapsulen por error varias copias del mismo o de diferente material genético. Esto es así porque los virus tienen sus genes repartidos entre varias cadenas independientes. Entonces podría darse el caso que una misma célula fuera infectada por dos virus a la vez y que a la hora de encapsular se introdujera un fragmento de material genético de un virus en el otro. Por ahora esto no ha pasado entre estos virus y no se sabe si incluso sería viable la quimera. LA OMS sigue recomendando vacunarse de ambas enfermedades y mantener las medidas sanitarias para evitar la infección simultánea, puesto que obviamente tiene peor diagnóstico que una enfermedad por sí sola.