La Cepa del ébola Zaire, epidemia del 2014
El brote 2014 de la fiebre hemorrágica del ébola es el octavo del que se tiene constancia desde que se descubrió la enfermedad en 1976. Esta enfermedad, causada por el virus homónimo, tiene una letalidad variable. La mortalidad media del ébola es del 83%, ésto depende de la mortalidad de las diferentes cepas, el máximo de mortalidad ha ido del 90% del brote de 2003, ocasionado por la cepa ébola Zaire, de la que se supone que deriva el brote de 2014.
La tasa de mortalidad más baja registrada de un brote de ébola fue causado por la cepa ébola Gabón, en 1994, en la que 29 de los 49 afectados sobrevivió (un 41% de los afectados). Los brotes de 1995, 1996 y 2001 han tenido una mortalidad entre el 73 y el 79%. En 1995 la cepa Zaire causó que de las 345 personas infectadas murieron 256 y en 2001 la cepa Gabón causó la muerte de 96 personas de las 122 infectadas.
En el brote de 2014 de los 2127 casos registrados de la enfermedad en septiembre murieron 1145, por lo que se calcula que la tasa de letalidad es relativamente baja, de tan solo el 54%,a pesar de provenir de una cepa de las más letales. No obstante si nos fijamos en los números de muertos el brote de 2014 en comparación con los de otros brotes anteriores vemos que el número de infectados es desproporcionalmente elevado. Aunque se cree que esto es debido a las prácticas funerarias de la región donde ha surgido este brote, también puede ser debido a una mutación del virus que haya disminuido su letalidad pero aumentado su capacidad de propagación, aunque estudios al respecto todavía no se han realizado. Además esta cepa ha matado a 5.000 gorilas, documentados. Por lo que parece una cepa con gran incidencia aunque de letalidad baja.
En menos de los 40 años que se conoce la enfermedad el virus ha dado 5 cepas diferentes, con diferente grado de letalidad. Esto es debido a que el virus utiliza el ARN como material genético. El ARN es menos estable que el ADN y por lo tanto más susceptible a mutaciones por su entorno. Además la ARN polimerasa no es capaz de reconocer errores (cosa que sí puede hacer una ADN polimerasa), por lo que su tasa de errores es de 1 error cada 100.000 o millón de bases. El virus del ébola está codificado en una hebra lineal de ARN que consta de 19.200 bases. Con unos cálculos sencillos vemos que 1 de cada 6 virus que se generan nuevos contienen un “error” o mutación, que puede cambiar la letalidad del virus. Si contamos con que en cada hospedador el virus hace miles e incluso millones de copias es fácil suponer que cada poco tiempo surgirá una nueva cepa con características ligeramente distintas a la anterior. La mutación de una cepa durante un brote es una de las peores cosas que puede pasar puesto que de esta manera es más complicada su caracterización o prever el curso de la enfermedad.
Puedes leer más sobre el virus del ébola o sobre la enfermedad que causa en los artículos que de dedicamos a esos temas aquí y aquí respectivamente (próximamente).