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Síntomas y tratamiento del resfrío común

Publicado por Ramón Contreras

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) el resfriado común es la enfermedad que afecta a más personas del mundo cada año y también remarca que es una enfermedad que contrae toda la humanidad, al menos una vez en la vida. Aunque por suerte esta enfermedad no es letal no tiene cura. ¿Por qué no tiene cura? Lo comentamos en nuestro artículo aquí. Entre las causas de que no exista ningún medicamento contra el resfriado común se encuentra el hecho de que está producido por un amplio grupo de virus, entre los que cabe destacar los virus del grupo Rhinovirus, lee más de ellos aquí.

Es cierto que el resfriado común no es peligroso por sí mismo. Pero existe la posibilidad, si no son aplicados los tratamientos paliativos adecuados, de dar lugar a complicaciones que sí pueden desembocar en la muerte del paciente, como una pulmonía, infecciones del oído (cuando el moco se va al oído, esta complicación es muy frecuente en los niños) o sinusitis.

El diagnóstico del resfriado común se lleva a cabo mediante la observación directa de los síntomas. Si a los 15 días no han remitido entonces hay que ir a ver a un médico puesto que posiblemente no sea un resfriado común, sino tal vez una gripe o haya habido complicaciones y el paciente no se ha recuperado de la forma habitual. Los síntomas del resfrío común son muy generalistas y son compartidos por todas las infecciones: fiebre moderada o febrícula (nunca supera los 40ºC), mal estar general, dolor articular y cansancio (el propio cuerpo le pide descanso al afectado mientras el sistema inmune trabaja para eliminar la infección), mucosidad (el resfriado común es una infección de las vías respiratorias superiores, por lo que una de las defensas habituales ante tales ataques es la producción de moco para evitar la infección de las vías respiratorias inferiores, los pulmones).

La transmisión del virus puede evitarse tapandose al estornudar.

La transmisión del virus puede evitarse tapandose al estornudar.

Los tratamientos paliativos de la enfermedad, que pueden ayudarnos a recuperarnos antes de ella y a evitar las coinfecciones son el reposo con calor (puesto que los virus crecen peor en ambientes cálidos), la ingesta de líquido (para recuperar el líquido que se pierden en las mucosidades abundantes), estimulantes como la codeína y analgésicos (para aliviar los dolores articulares y evitar la sensación de cansancio). El uso de antibióticos está contraindicado para estos casos, puesto que no son efectivos contra virus.

Profilaxis o prevención del resfrío: esta infección se transmite por las microgotas que la gente exhala al respirar y los virus del grupo de los Rhinovirus desde el momento de la infección hasta el momento en que son capaces de diseminarse pasa muy poco tiempo y se diseminan de forma muy efectiva. Es por esto que a las primeras evidencias de contagio se recomienda el aislamiento del paciente, para evitar el contagio. Además se recomienda extremar la higiene, puesto que al toser y taparse con la mano ésta queda impregnada de virus que van esparciéndose en todas las superficies que toca el paciente. En algunos países es común que los propios afectados decidan ponerse máscaras para evitar la dispersión de sus propias partículas infectivas.