Parestesia: hormigueo o entumecimiento de las extremidades
El hormigueo, una mano dormida o la sensación de acorchamiento de una extremidad son las sensaciones que se conocen como parestesias. Este tipo de sensación anormal o de sensibilidad alterada está causada por alguna anomalía en el sistema nervioso, ya sea el periférico como en el cerebro. Las parestesias pueden ser transitorias, cuando se deben a una situación puntual de alteración de una ruta nerviosa, pero también pueden ser crónicas y son indicativos de una dolencia de mayor envergadura.
Existen muy diversas causas a la parestesia, algunas de ellas son de gravedad, por lo que la aparición de una parestesia no tiene que tomarse a la ligera, aunque por si mismas tampoco son un indicio de una enfermedad grave. Las causas pueden ser tales como una esclerosis múltiple, un ictus o una neuritis, aunque también puede estar causado por permanecer demasiado tiempo sentado en la misma posición o una extremidad en una posición poco natural o falta de vitamina B12. También cambios en el estado de ánimo, ataques de pánico o el consumo de determinadas sustancias psicotrópicas pueden influir en la sensación de hormigueo en las extremidades.
En el caso de parestesias ocasionadas por la postura, en puestos de trabajo muy sedentarios o por malas posturas durante las horas de sueño la solución pasa por realizar más ejercicio y tonificar los nervios con mayor frecuencia. La aparición repetida de parestesias por estas causas puede, a la larga, desarrollar otros problemas neuronales.
Las parestesias aparecen con mayor frecuencia en las extremidades o en la piel. Se han clasificado diversos tipos de parestesias: La de Berger es la más frecuente en jóvenes y personas de edad avanzada, es la sensación en la piel de hormigueo o perdida de sensibilidad, que se da con frecuencia en las piernas, este tipo de parestesia no está relacionada directamente con enfermedades nerviosas. La sinagesia es la parestesia que se da en los músculos de la lengua y el paladar o la falta de capacidad para cerrar bien la mandíbula, se ha relacionado esta parestesia con el uso de antiinflamatorios no esteroideos, situaciones psicológicas complicadas o neuropatías leves. Finalmente la parestesia de Bernhardt es la que está relacionada con el nervio femorocutáneo en las piernas, que bien puede ser pinzado con el ligamento o puede sufrir por algún tipo de lesión en la pierna. En este caso también se ha relacionado con parestesias por intoxicación, diabetes o por infecciones.
Dentro de las enfermedades que pueden ocasionar parestesia encontramos la enfermedad de Tay-Sachs, el síndrome de Sturge-Weber o enfermedades relacionadas con la mielina que recubre las neuronas. Estas enfermedades son de muy baja frecuencia y están relacionadas también con graves problemas nerviosos en las extremidades. Las neuropatías periféricas, como la atrofia muscular espinal, neuritis o radiculopatias están relacionadas con la lesión o inflamación (transitoria o crónica) de un nervio en alguno de sus puntos, desde la salida de la base de la columna espinal hasta las extremidades, donde se produce la parestesia.
Ante una parestesia continuada y son motivo aparente la recomendación es acudir a un médico para una revisión de las funciones motoras para intentar comprobar que no se debe a ninguna lesión nerviosa.