Morfología de los líquenes
Los líquenes son asociaciones de hongo y alga que dan como resultado un organismo con un talo estable. En el 90% de los hongos europeos el hongo es un ascomiceto, y en el 10% es un basidiomiceto o un deuteromiceto. En el caso de las algas, estas pueden ser cianofíceas o clorofíceas. El hongo también recibe el nombre de micobionte y el alga de ficobionte o gonidio.
La morfología de los líquenes es muy variada, ya que existen muchos tipos y formas intermedias entre los mismos. Podemos dividir los talos en:
– Talo crustáceo: costras que están íntimamente unidas o adheridas al sustrato, del que son prácticamente imposibles de separar.
– Talo foliáceo o folioso: laminares, y la lámina puede estar lobulada o dividida. La unión al sustrato es por uno o varios puntos, pero nunca están íntimamente unidos al mismo. Se pueden separar sin romperse.
– Talos fruticulosos: formados por ejes que pueden tener sección circular o laminar. Pueden ser erectos o péndulos.
– Talo compuesto: formado por dos morfologías distintas: el talo primario, que puede ser crustáceo o con pequeñas láminas, y el talo secundario o erecto, que puede estar más o menos ramificado. Un ejemplo es el género Cladonia.
– Talo gelatinoso: con la humedad adquiere una consistencia blanda porque los gonidios del alga tienen gran masa.
– Talo sorediado o leproide: de tipo pulverulento.
En cuanto a la morfología interna, se dispone en distintas estructuras:
– Homómera: en talos con estructura gelatinosa. Las hifas del hongo y los gonidios se disponen de forma irregular.
– Heterómera: las hifas y el gonidio se distribuyen de forma ordenada formando capas: en primer lugar, el córtex superior, formado por una masa de hifas muy apretada. Después, una capa gonidial, formada por la mezcla de hifas y gonidios, que son más numerosos. La tercera capa es medular, en la que predominan las hifas. La cuarta capa es el córtex inferior, que consiste en una masa de hifas muy apretadas.
– Radiada: líquenes con morfología externa fruticulosa. Las capas se disponen en círculo y en el centro hay un estrato de hifas apretadas que forman una especie de cordón medular.
En cuanto a la estructura de las hifas, podemos diferenciar los siguientes elementos:
– Cilios o pelos: son los extremos libres de las hifas. Pueden venir del córtex o de la médula.
– Ricinas: órganos de fijación simples, a veces ramificados, típicos de los líquenes foliáceos. Son fascículos de hifas. Un ejemplo: Peltigera canina.
– Cifelas: depresiones redondeadas o alargadas que se presentan en la cara inferior de los líquenes foliáceos y fruticulosos. Siempre van revestidas del córtex, y sirven para el intercambio gaseoso.
– Pseidocifelas: se diferencian por no tener córtex. Generalmente están en la cara superior del líquen, y la función parece ser la misma que las cifelas, y también para la reproducción vegetativa.
– Isidios: son salientes de la superficie de los talos. Están revestidos de córtex y en su interior hay hifas y gonidios. Son de morfología variada: alargados, cónicos, ramificados… Su función también se relaciona con la reproducción vegetativa.