Liquenes, no son 2 son 3 simbiontes
Ha saltado a las revistas de divulgación científica en Julio de 2016, parece ser que lo que se sabía acerca de la simbiosis de los líquenes tenía todavía mucho más que contarnos de lo que sabíamos. En la revista Nature se ha publicado un estudio que demuestra que la simbiosis formada entre un hongo y un alga que forma las alrededor de 15.000 especies de líquenes conocidos es en realidad la simbiosis entre un hongo ascomiceto y un alga (hasta ahí todo igual) y además de una levadura basidiomiceta.
Desde que se describieron, allá por el año 1880, se creía que los líquenes eran la unión de dos especies que se necesitaban mutuamente y que estaban de forma irrevocable obligadas a vivir en armonía para sobrevivir. Pero a raíz de un estudio de dos especies de líquenes de Montana todo cambió. Al parecer tanto el hongo y el alga que los formaban tenían el mismo genoma pero sin embargo eran dos especies diferentes, tanto era así que una era tóxica para los mamíferos y otra no.
Es cierto que se ha especulado con la posible participación de parásitos o endófitas. Pero el estudio de Sprobille y colaboradores demuestra que existe una levadura basidiomiceta embebida dentro del córtex que interviene en las variaciones fenotípicas de las especies.
Cuando el grupo internacional intentó aislar el ADN del liquen encontraron que ambas especies contenían los mismos genomas en su alga y su hongo (Bryoria fremontii y B. tortuosa), pero cuando realizaron el estudio de las secuencias de ARN (que darían lugar a proteínas) ambas especies empezaron a tener diferencias. El ARN que encontraron no se correspondía al hongo que estaba descrito. Tras repetir varias veces las pruebas para comprobar que no fuera un error o una contaminación solo quedó la conclusión de que había un tercer participante en el liquen que se encuentra en mucha menor medida. En la segunda especie descrita la proporción de ARN de la toxina por la que empezó el estudio era mucho mayor. Gracias a esta observación descubrieron que B. tortuosa contenía una mayor cantidad de levaduras en su córtex.
Este nuevo compañero en la formación del liquen se cree que puede estar relacionado con la defensa frente a infecciones bacterianas, de otros hongos o de depredadores.
Gracias al estudio del ARN, que por cada copia de ADN se sintetizan miles de copias de ARN se pudo observar la presencia de ARN de una tercera especie entre los dos líquenes de Montana. No contentos con su descubrimiento se pusieron en contacto con laboratorios de todo el mundo para conseguir muestras de líquenes. El estudio además ha estudiado la relación de las levaduras a lo largo de los 6 continentes encontrando una asociación estrecha entre especies de levaduras y determinados líquenes de 52 géneros, de forma similar a lo ocurrido en EE. UU.
Tal vez este descubrimiento explique porque los intentos de replicar la simbiosis en el laboratorio entre especies de algas y hongos conocidas como simbiontes nunca han sido llevados a cabo con éxito.