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El carbonato cálcico y los seres vivos

Publicado por Ramón Contreras

El carbonato cálcico es uno de los componentes más abundantes en la corteza terrestre. En las aguas superficiales tanto continentales como oceánicas se encuentra en concentraciones elevadísimas, casi a saturación. Tal vez sea su abundancia lo que ha llevado a los seres vivos a usarlo para formar sus estructuras más resistentes. En los animales los esqueletos están formados por deposiciones de este mineral en estructuras orgánicas. A lo largo de la historia de la vida la acumulación de esqueletos con carbonato cálcico en forma de sedimentos ha llegado a producir un tipo de piedra muy común, denominada caliza. Esta roca caliza se formó cuando el mundo estaba sumergido en las aguas y toda la vida era marina. En la actualidad la formación de piedra caliza por la deposición de conchas y esqueletos calcáreos es mucho menor. Una de los mejores ejemplos de seres vivos que captan carbonato cálcico en grandes cantidades del agua serían los arrecifes de coral.

Químicamente el carbonato cálcico es la unión entre un átomo de calcio (Ca2+) y un radical de carbonato (CO3)2-. Forma cristales blancos y su dureza es baja. En disolución es lo que otorga al agua la característica de agua “dura”.

Grupos de seres vivos muy diversos utilizan las deposiciones de carbonato cálcico para endurecer sus estructuras, desde algas hasta vertebrados. Las esponjas los primeros animales ya lo incorporan en sus esqueletos en forma de espículas (de hecho el grupo de esponjas en el que está presente forma la clase taxonómica Calcarea). Sus esqueletos, de formas muy diversas e impresionantes, se forman por deposición de carbonato cálcico en forma de aragonito o calcita. Los corales pueden formar estructuras rígidas basadas en el calcio o blandas si lo incorporan en forma de espículas en sus tejidos carnosos. Aunque cabe destacar que existen corales capaces de generar estructuras duras sin deposiciones de calcio.

De manera similar existen algas con deposiciones calcáreas, sin embargo, en este caso no forman un grupo taxonómico único, sino que esta característica está extendida entre varios grupos. Estas algas utilizan las deposiciones de aragonito o calcita para mantener sus tallos erectos, pues estas algas son en general bentónicas. También se conocen cianobacterias que utilizan deposiciones de carbonato cálcico para endurecer su estructura.

En los vertebrados su uso como material resistente está generalizado, en la cáscara de los huevos, por ejemplo, que de esta manera se deshidratan menos que los de sus antecesores evolutivos los anfibios. En los huesos y en los dientes el calcio se acumula en forma de hidroxiapatita, un compuesto formado por fosfato de calcio, se sintetiza a partir del CaCO3 que se consume en la dieta.

En la alimentación animal de granja muchas veces la dieta se suplementa con carbonato cálcico en polvo o en sémola de origen biológico para mejorar la constitución de los animales y además añadir algunos oligoelementos presentes en las deposiciones esqueléticas, como molibdeno, magnesio o manganeso. En agricultura también puede utilizarse para modificar el pH del suelo, si este es demasiado ácido, ayudando así a una mayor disponibilidad de los nutrientes del suelo para las plantas, sobretodo del fosforo.