Evidencia genómica de hibridación entre dos grandes cetáceos
De las 89 especies de cetáceos existentes, solo tres se encuentran en aguas árticas durante todo el año. Belugas, o ballenas blancas (Delphinapterus leucas), y narwhals (Monodon monoceros), son ballenas dentadas de tamaño mediano y los únicos representantes de la familia Monodontidae. Los monodontidos constituyen un componente característico de los ecosistemas árticos, junto con la ballena cabeza de arco (Balaena mysticetus), una ballena barbada. Sobre la base de una combinación de genes mitocondriales y nucleares, se estima que las dos especies divergieron ~ hace 5 millones de años, y un estudio reciente de sus genomas nucleares mostró que el flujo génico subsiguiente entre belugas y narvales cesó entre los 1,25 y los 1,65 millones de años.
Belugas y narvales son ballenas de tamaño similar (3,5–5,5 metros), y ambas exhiben patrones migratorios hereditarios después de la ruptura anual y la formación de hielo marino. Para ambas especies, el apareamiento se lleva a cabo en la primavera durante la ruptura del hielo marino, ya que las ballenas se dirigen hacia sus áreas de veraneo. Debido a la inaccesibilidad de las ballenas en el hielo durante este período, su apareamiento no se conoce bien. Sin embargo, ambas especies tienen un comportamiento de cría y de cría similar, y las hembras pueden parir cada dos o cuatro años. No obstante, a pesar de sus similitudes, belugas y narwhals difieren en varios aspectos clave. Las belugas adultas tienen piel blanca, mientras que los narvales tienen piel moteada con manchas marrones, negras, grises y blancas. Las belugas tienen hasta 40 dientes, mientras que los narvales no tienen dientes en la mandíbula inferior y los machos tienen un diente frontal alargado que sobresale a través del labio superior y puede crecer hasta 2,5 metros de longitud. Las dos especies difieren en la selección de presas y capacidades de buceo.
En 1990, se extrajo un cráneo de ballena inusual al oeste de Groenlandia. Utilizando 12 mediciones morfológicas y recuentos de dientes, el cráneo se comparó cuantitativamente con un panel de referencia de beluga y cráneos de narval. Las dimensiones relativas del cráneo eran intermedias, en particular la dentición entre ambas especies, y se describió inicialmente como un híbrido beluga / narval o una beluga anómala.
Para investigar si ese cráneo representa realmente un híbrido, se analizaron los datos de la secuencia de ADN de todo el genoma recuperados del espécimen contra un panel de referencia genómico de ocho belugas y ocho narwhales tomados de la misma área en el oeste de Groenlandia. Además, se utilizó un análisis de isótopos de carbono y nitrógeno estables del colágeno óseo extraído del espécimen y un panel de referencia de 18 belugas y 18 narwhals también recolectados de West Greenland, para investigar el nicho dietario del individuo en relación con cualquiera de las especies supuestamente parentales.
Los análisis revelan que el espécimen es un híbrido masculino de primera generación entre una narval hembra y una beluga masculina, con una estrategia de forrajeo diferente de cualquiera de las especies parentales. Estos resultados mejoran nuestra comprensión de la interacción entre belugas y narvales, y subrayan la importancia de las colecciones de historia natural en el monitoreo de los cambios en la biodiversidad.