Día mundial de la mujer: Mary Dell-Chilton, pionera en las plantas transgénicas
Como parte de la labor de visibilización del día de la Mujer (08 de marzo) desde la Guia200 queremos comentar la trayectoria científica de una de las grandes investigadoras del siglo XX. Mary Dell-Chilton fue una de las pioneras en la ingeniería genética y una de las mentes fundamentales en la obtención de las plantas transgénicas.
No solo fue una de las primeras mujeres en graduarse en la universidad americana en la década de 1950, sino que en la década posterior presentó una de las mejores tesis doctorales sobre genética molecular. Esta rama de la biología era relativamente nueva y estaba atrayendo gran interés puesto que el ADN había sido descubierto poco antes y las implicaciones del hallazgo estaban dando un vuelco enorme a toda la ciencia de la vida. Para 1970 ya dirigía un grupo de trabajo interdepartamental con el que realizó su mayor aportación. Su trabajo se basó en un principio en el estudio de la bacteria Agrobacterium tumefaciensAgrobacterium, que es capaz de infectar a las plantas. Su trabajo ayudó a demostrar que estas bacterias introducen su propio material genético en la planta y que hacen que la planta lo replique. Para ponerlo en perspectiva, esto es el principio básico que se emplea para transformar plantas e introducirles cualquier ADN que queramos, ahora mismo es una de las técnicas más rutinarias en cualquier laboratorio y hace tan solo 60 años era desconocida.
Según ha contado la doctora Dell-Chilton, estaba en su casa después de acostar a sus hijos cuando repasaba datos del laboratorio. Cuando se percató de que el ADN de la bacteria estaba dentro de las muestras de la planta lo primero que pensó fue que era un error. Nunca había estudiado algo así en la facultad. Ni corta ni perezosa se propuso demostrar que aquello no estaba bien. Sin embargo, no pudo demostrarlo. Así fue que junto a sus compañeros de equipo, Eugene W. Nester y Milton Gordon (microbiólogo y bioquímico especialista en virus respectivamente), formuló lo que hasta ese momento era imposible. La bacteria tenía la capacidad de introducir su propio ADN dentro del genoma de la planta sin homología aparente Recombinación homóloga, te doy mis genesy hacer que se replicase. En la naturaleza los genes introducidos por la bacteria inducen la aparición de callos en la planta, que la bacteria aprovecha para alimentarse y reproducirse.
Esta habilidad de la bacteria la siguió explorando durante años. M. Dell-Chilton demostró que A. tumefaciens era un vector natural capaz de introducir ADN dentro de la planta. Por lo tanto si podíamos introducir ADN de interés dentro del vector de la bacteria podríamos transformar a las plantas y de esta manera tener de forma “natural” plantas transgénicas. En la actualidad a la bacteria se le han quitado la mayoría de los genes que causan callos en las plantas y se introducen solamente la maquinaria para insertar el ADN en la planta hospedadora y los genes de interés. Es cierto que existen otras alternativas modernas a la infección por A. tumefaciens para generar plantas transformadas o transgénicas de forma dirigida, puesto que uno de los inconvenientes es que la introducción de los genes de interés ocurre al azar. No obstante, este método, que emplea las propiedades naturales de los seres vivos sigue estando muy vigente en los primeros pasos del estudio de viabilidad de cualquier transgénico y en el estudio de las funciones de cualquier gen.