Complejo Mayor de Histocompatibilidad región III
El Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH) es una región genética presente en todos los animales que tiene como objetivo generar péptidos de membrana que las células de todo el organismo expresarán y servirán para que el sistema inmune las reconozca como propias. Es una especie de documento de identidad que los glóbulos blancos (la seguridad del cuerpo) revisa para saber si tienes “permiso” para estar en la fiesta. Existen 2 regiones principales del CMH, las regiones I y II, son las más importantes y estudiadas. Puedes leer sobre ellas en sus propios artículos aquí, para la clase I, y aquí para la clase II. Resumiendo mucho, la clase I genera péptidos que expresarán todas las células (es el documento de identidad), mientras que la clase II la expresarán solo los glóbulos blancos (los de seguridad y servirán para reconocer a los que expresan la clase I).
Cada especie tiene un CMH diferente, de hecho, cada individuo dentro de cada especie tiene un CMH diferente. En humanos se encuentra codificado en el brazo corto del cromosoma 6 y es extremadamente variable, con más de 2.000 variantes (alelos) para cada uno de los genes de cada una de las regiones codificantes. Sin embargo, se encuentran todos muy cerca unos de otros, por lo que lo más común es que se transmitan juntas.
Pero yendo a la región III, en ocasiones denominada como región intermedia. Esta región se encuentra dentro del clúster (la región genética que incluye todo un conjunto de genes, en este caso el clúster CMH). Realmente es una región genética mucho más pequeña que las otras dos y no forma parte del reconocimiento de lo propio, por lo que técnicamente no forma parte del CMH. Pero al encontrarse entre ambas, su transmisión hereditaria está estrechamente relacionada con la transmisión de las regiones I y II.
La región III incluye genes que intervendrán la respuesta inmune general. Estos genes se activarán cuando el reconocimiento del CMH no funcione, así que tiene cierto sentido práctico que se transmitan y se expresen juntos. Entre otras cosas encontramos genes que se activan como respuesta a estrés, proteínas de choque térmico, varios componentes del sistema del complemento y en el proceso inflamatorio.
Dentro del proceso inflamatorio serán especialmente importantes las citoquinas, que son señales que generaran los linfocitos para activar la proliferación de todos los tipos de linfocitos. Cuando un linfocito T, los encargados de la seguridad, reconocen algo extraño empezarán a sintetizar citoquinas y a liberarlas. De esta manera se estimula la formación de nuevos glóbulos blancos de todos los tipos para acabar con el intruso, sea del tipo que sea.
Del mismo modo, los componentes del sistema del complemento B, C2, C3 (este último factor indispensable de varias de las vías del complemento) están codificadas en la región III. Estos factores del complemento se unirán entre ellos cuando se reconozca una célula extraña (una infección bacteriana, eucariota, un patógeno) o un virus. El sistema del complemento unido abre poros en la membrana o cubierta del atacante para lisarlo por presión osmótica (le entrará agua del medio hasta que reviente la célula).
Tanto las citoquinas como los componentes del complemento están íntimamente relacionados con el reconocimiento del CMH, pero no forman parte del sistema, esto es el motivo por el que se incluyen dentro del clúster del CMH aunque no lo sean.