Selección direccionada: Diversidad fenotípica y conductual de las razas de perros.
Los huesos cánidos recuperados de sitios arqueológicos han revelado diferencias muy grandes en tamaño en la población de perros prehistóricos, lo que ya demostró cierta variabilidad fenotípica. Sin embargo, las razas distintivas, como pretendemos decir hoy en día, no parecen haber existido por mucho tiempo. La creación de razas es consecuencia de la domesticación y hoy en día, más de 400 razas de perros son reconocidas en todo el mundo.
Estas diferentes razas de perros fueron creadas a lo largo de los siglos. El Saluki es sin duda una de las razas más antiguas. Parece que se originaron en el área de la Media Luna Fértil de Mesopotamia a partir del período sumerio hace 7000 a 6000 años. Las tallas de este período muestran lo que parecen ser imágenes de perros Saluki trabajando junto a los humanos. Muchas razas eran famosas en el antiguo Egipto (hace 3000 años) donde ya tenían varias funciones y servían para la caza, como guardias de la policía, en acciones militares o simplemente como mascotas domésticas. El extraordinario aumento del número de razas tuvo lugar durante los períodos medieval y renacentista y los siglos más recientes con la creación de cientos de razas, cada una de ellas responde a estándares precisos en términos de color del pelaje, forma del cuerpo, tamaño y estatura.
Los seres humanos han ejercido una fuerte presión selectiva sobre los perros. Esto llevó a la creación de razas mejor adaptadas a propósitos tales como el pastoreo, la vigilancia, la caza o simplemente mascotas de compañía para complacer. Todas estas razas muestran una gran variedad de fenotipos no igualados por ninguna otra especie. Por ejemplo, el San Bernardo y el Gran Danés son hasta 100 veces más pesados que el Chihuahua, y el galgo es ocho veces más grande que el pekinés. El comportamiento y la aptitud para realizar diversas tareas también fueron una fuerza impulsora fuerte en la creación de muchas razas.
La capacidad para realizar tareas específicas también fue un fuerte impulso en la creación de razas. Los Keeshonds son excelentes perros guardianes, ladran ruidosamente para alertar a sus dueños de intrusos, pero no atacarían, a diferencia de los pastores alemanes, que son excelentes perros guardianes. La educación o entrenamiento no puede abolir o cambiar profundamente estos rasgos. Puede mejorar o disminuir las diferencias de comportamiento entre las razas, pero no se puede entrenar a un perro perdiguero para que se comporte como un guardia de ganado. El carácter social del Labrador, que es un compañero ideal para los niños, y la actitud de ataque y vigilancia del pit bull y el Rottweiler son ejemplos.
Esta presión selectiva también ha afectado profundamente la capacidad cognitiva social de los perros. Una serie de experimentos mostraron que los perros adultos, así como los cachorros criados con poco contacto humano, podían leer e interpretar las señales humanas significativamente mejor que los lobos o incluso los chimpancés. Estas diferencias están profundamente inscritas en la composición genética de las razas y son el resultado de la selección, generaciones tras generación, de muchos alelos a través de la selección de perros con el fenotipo más “adecuado” o deseado.