La producción agrícola y su impacto ambiental
La agricultura mundial alimenta a miles de millones de personas(7000 millones), pero también es una causa importante de diversos tipos de deterioro ambiental. Las actividades agrícolas producen del 25% al 33% de los gases de efecto invernadero; utilizan el 40% de la superficie terrestre del planeta (FAO 2016); son responsables de más del 70% de las extracciones de agua dulce, la deforestación y la fragmentación del hábitat y la pérdida de biodiversidad resultante; así como de la eutrofización y acidificacion natural acuatica y terrestre en los ecosistemas con agroquímicos.
Es probable que estos impactos aumenten a nivel mundial durante las próximas décadas debido al aumento en el crecimiento de la población y los cambios en la dieta que dependen de los ingresos hacia dietas más basadas en carne. Necesitamos entender los vínculos entre las dietas, las prácticas de producción agrícola y la degradación del medio ambiente si queremos reducir los impactos ambientales de la agricultura y proporcionar un suministro de alimentos seguro para una población mundial en crecimiento. Para cuantificar estos procesos y vínculos, se ha revisado y sintetizado la información publicada de más de 700 sistemas de producción de alimentos de más de 90 alimentos de 164 evaluaciones de ciclos de vida publicados (LCAs, de life cycle assessments). Los LCA son una forma reconocida internacionalmente de tener en cuenta los insumos, productos e impactos ambientales de un sistema de producción de alimentos.
Los sistemas de producción de alimentos, como la agricultura orgánica y la carne vacuna alimentada con pasto, se han propuesto como posibles formas de reducir los impactos ambientales de la agricultura. La agricultura orgánica, por ejemplo, a menudo se promueve por tener impactos ambientales más bajos en comparación con los sistemas convencionales de altos insumos porque reemplaza los insumos agroquímicos con insumos naturales como el estiércol o con servicios de ecosistemas como el control de plagas. Los análisis recientes que examinan los impactos comparativos de los sistemas orgánicos y convencionales se han limitado, necesariamente, a unos pocos indicadores ambientales o en la fuerza estadística de sus inferencias debido al pequeño tamaño de la muestra.
El aumento en la eficiencia de los insumos agrícolas, o la cantidad de alimentos producidos por unidad de fertilizante o insumos alimenticios, también puede reducir el impacto ambiental de la agricultura. Los sistemas agrícolas dependen de los insumos de fertilizantes y para obtener y/o mantener una alta productividad. Sin embargo, la aplicación excesiva de estos insumos aumenta el impacto ambiental de la agricultura sin aumentar los rendimientos ni las ganancias de los agricultores.
Análisis anteriores han demostrado que los alimentos pueden diferir mucho en su impacto ambiental. Sin embargo, estos se han limitado a alimentos de origen animal o a un solo indicador ambiental. Por lo tanto, actualmente no está claro cómo difieren los alimentos en sus impactos en una gama de indicadores ambientales, y si los alimentos con bajo impacto para un indicador ambiental tienen impactos igualmente bajos para otros indicadores ambientales. Es por esto que es de mayor importancia analizar el mayor número de sistemas productivos para poder predecir en qué medida es posible reducir el impacto ambiental de la producción de alimentos.