Biología

Humedales 

Publicado por Marlene

Los humedales son el hogar de una variedad de vida vegetal, que incluye lirios, totoras, ciprés, abeto azul, que albergan diversas comunidades de invertebrados, que a su vez albergan una gran variedad de aves y otros vertebrados. Los consumidores primarios son desde crustáceos, moluscos y larvas de insectos acuáticos a ratas almizcleras, gansos y ciervos que dependen de la abundancia de algas, plantas y detritos para el alimento. Los humedales también son compatibles con una variedad de carnívoros, incluidas las libélulas, nutrias, caimanes y águilas pescadoras. Así, los humedales del mundo mantienen comunidades biológicamente diversas de valor ecológico y económico. 

A pesar de la diversidad de tipos de humedales, todos los humedales comparten algunas características comunes. Para ser considerado un humedal, un área debe tener: 

_Hidrología que resulta en suelos húmedos o inundados. 

_Suelos que están dominados por procesos anaeróbicos, y 

_biota, particularmente las plantas vasculares enraizadas, que se adaptan a la vida en ambientes anaeróbicos inundados. 

Muchas especies importantes desde el punto de vista ecológico y económico consideran a los humedales su hogar durante al menos parte de sus vidas. Por ejemplo, los peces y mariscos de importancia comercial, incluidos los camarones, el cangrejo azul, las ostras, el salmón, la trucha y el filete de resguardo dependen de los humedales o están asociados con ellos. Los humedales también son un hábitat crítico para las aves migratorias y las aves acuáticas, incluidos los patos, garzas y gansos. De hecho, más de un tercio de las especies clasificadas como amenazadas o en peligro de extinción en los Estados Unidos viven únicamente en humedales y casi la mitad los utilizan en algún momento de sus vidas. Como tal, muchos humedales a menudo son reconocidos como importantes objetivos de conservación o restauración. 

Si bien cubren solo el 6% de la superficie de la Tierra, los humedales proporcionan un número desproporcionadamente alto de servicios ecosistémicos, además de mantener la biodiversidad. Por ejemplo, los humedales también mitigan las inundaciones, protegen las áreas costeras de las tormentas, mejoran la calidad del agua, recargan los acuíferos subterráneos, sirven como sumideros, fuentes o transformadores de materiales, y producen alimentos y bienes para uso humano. Al evaluar el valor económico de estas diversas funciones, Costanza et al. (1997) concluyeron que el valor económico proporcionado por los ecosistemas de humedales excedía el provisto por los lagos, arroyos, bosques y pastizales y era solo superado por los estuarios costeros. 

El creciente reconocimiento del valor y la importancia de los ecosistemas de humedales en el último siglo llevó a la creación de leyes, reglamentos y planes para restaurar y proteger los humedales de todo el mundo.  Con la mitigación, los humedales se crean, restauran o mejoran para compensar o reemplazar la pérdida de humedales debido al desarrollo. La Convención de Ramsar, un tratado internacional destinado a conservar los humedales, requiere que los países miembros desarrollen políticas nacionales de humedales, establezcan reservas de humedales y designen uno o más humedales como un área de importancia internacional. Todos estos esfuerzos están diseñados para proteger o conservar los humedales y los servicios de los ecosistemas que brindan.