Taxia
La taxia o tactismo se define como la respuesta de un ser vivo ante un estimulo dado. Esta respuesta que puede ser de atracción, el ser vivo o parte de él va hacia la fuente del estímulo, por lo que hablamos de taxia positiva, o bien puede intentar alejarse lo más posible de la fuente, en ese caso nos referiremos a un tactismo negativo.
Para poder dar una respuesta a un estímulo es imprescindible tener algún tipo de receptor que capte la señal. Cada tactismo tiene sus propios receptores, que si bien en todos los seres pluricelulares son células nerviosas no todos los receptores tienen el mismo origen celular. En los procariotas los receptores son extremadamente simples y generan una respuesta profunda de importancia para el organismo. En el lado contrario los animales presentan receptores más complicados (en los que se encuentran implicados varias neuronas) y la respuesta puede ser más controlada por parte del individuo. Tanto los animales como las plantas presentan alguna clase de tactismos, los más obvios son, por ejemplo, el fototactismo o la quimitaxia. Veamos algunos ejemplos de taxias:
El fototactismo positivo de las pantas, que comúnmente se llama fototropismo (del que puedes aprender más aquí) es el que hace que las plantas crezcan orientándose hacia la luz del amanecer, que es la más beneficiosa para ellas. Hay que diferenciar las taxias que son una respuesta a largo plazo de las nastias, que son los movimientos voluntarios y pasajeros que realiza un vegetal ante un estímulo. Los animales también presentan fototropismo, por ejemplo los ratones no son amigos de la luz y la intentan evitar, por lo que tienen fototropismo negativo.
La quimiotaxia positiva que presentan muchos organismos ante algunas sustancias que les sirven de alimento, por ejemplo las abejas se sienten atraídas por el olor de las flores, que no es más que una sustancia química volátil en el aire. Puedes saber más leyendo nuestro artículo aquí.
Otra de las más importantes en los vegetales es la geotaxis o gravitaxismo, más frecuentemente llamado geotropismo (aprende más sobre él aquí). Esta respuesta es la que lleva a las raíces a crecer hacia abajo (los meristemos apicales de raíz tienen geotaxia positiva) mientras que el meristema apical aéreo tiene geotaxis negativa, puesto que se intenta alejar lo más posible del suelo.
Existen muchas taxias que pueden ser percibidas por algunos seres vivos y no por otros, por ejemplo las arañas son muy sensibles a las vibraciones que se ejercen en su telaraña, se llama tigmotaxia y como hace que la araña vaya hacia el lugar de la vibración es positiva. La termotaxia, moverse dependiendo del gradiente de temperatura es muy común, sin embargo para algunos microorganismos acuáticos es vital, puesto que viven en zonas de aguas extremadamente calientes. La higrotaxia o hidrotaxia hace crecer las raíces de las plantas en busca de agua y hace que los animales se desplacen para localizar agua.
De forma más sorprendente algunos seres vivos pueden sentir campos electromagnéticos y, en los casos más simples como las bacterias electromagnéticas, orientarse o desplazarse en campos magnéticos. Organismos más complejos como los tiburones o los ornitorrincos presentan también receptores electromagnéticos capaces de captar la electricidad desprendida por el movimiento muscular. Gracias a ello son capaces de encontrar y atrapar a sus presas incluso a ciegas.