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Heparina, el anticoagulante natural más utilizado del mundo

Publicado por Ramón Contreras

La heparina es un anticoagulante muy común (es el anticoagulante más utilizado del planeta) en el tratamiento de gran cantidad de situaciones con trombosis. Casi es imposible ver una película o una serie de televisión basada en la vida de un hospital sin oír mentada a la susodicha sustancia. El dato real sobre la importancia de la heparina es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye a la heparina como uno de los medicamentos esenciales para cualquier sistema de salud básica. Se calcula que gracias a ella se salvan unas 100 millones (100.000.000) personas al año, una de cada cuatro personas con trombosis. La heparina recibe su nombre de las células en las que se aisló en primera instancia, los hepatocitos, las células fundamentales del hígado. La heparina fue descubierta en 1916 por el entonces estudiante de Medicina Jay McLean que trabajaba en células hepáticas caninas, en la Universidad americana John Hopkins y bautizada por el Investigador William H. Howell de la misma institución.

Molecularmente la heparina es un glicosaminoglicano, es decir, una cadena de glúcidos. Esta cadena está formada por un número variable de repeticiones de disacáridos por enlace glucosídico. Los disacáridos están compuestos por una molécula de D-glucosamina y otra de ácido glucurónico o bien L-irudónico. La heparina en la actualidad se puede sintetizar en laboratorio. Sin embargo, también se puede obtener a partir de células de la mucosa intestinal de cerdos y de la mucosa pulmonar de vacas. En estos extractos el tamaño de la cadena de heparina más frecuente es de 22 disacáridos. Los glúcidos que forman la heparina tienen un gran número de sulfatos (1 o 2 por glúcido), lo que las convierten en una de las moléculas biológicas conocidas con mayor carga electromagnética.

Debido a la variabilidad de la molécula natural para que el uso médico sea más predecible (en cuestión de la dosis aplicable) la heparina se fracciona en heparina de bajo peso molecular, con un número de moléculas más regular.

La heparina se encuentra almacenada en los mastocitos que son células de origen mieloide, de la médula ósea. Los mastocitos se encuentran en casi todos los tejidos del cuerpo, aunque se encuentran en mayor cantidad en las superficies epiteliales como son la piel, las mucosas del sistema digestivo, en las vías aéreas y alrededor de los vasos sanguíneos. En su citoplasma almacenan gran número de gránulos secretores que contienen principalmente heparina e histamina. La heparina será liberada al torrente sanguíneo y al tejido circundante en situaciones de rotura o lesión de tejidos.

La heparina actúa fisiológicamente sobre uno de los principales coagulantes de la sangre, la trombina. La heparina acelera la asociación de la antitrombina III con diversos factores de coagulación entre los que se encuentra la trombina y el factor X. Esta unión inactiva los compuestos impidiendo que participen en el proceso de coagulación de la sangre normal.

La heparina se ha encontrado, no solo en animales vertebrados (con un sistema circulatorio similar), sino también en invertebrados que no presentan un sistema de coagulación basado en la trombina. Además se cree que la heparina actúa en otras circunstancias, como la defensa contra parásitos helmíticos y en la actualidad se estudia su uso en el tratamiento de cáncer o contra la malaria.