Incompatibilidad Rh
El factor Rh es una proteína que se localiza en la membrana de los glóbulos rojos del ser humano. La población humana se divide en general entre los Rh positivo y negativo. Durante el embarazo puede darse el caso que una madre con el factor Rh negativo llevé en su interior un feto con el factor Rh positivo. Esto puede ocasionar un problema similar al que puede ocurrir durante una transfusión de sangre. Al ser los factores Rh negativos el cuerpo de la madre generará anticuerpos antiRh positivo, que atacarán a los glóbulos rojos del feto en el torrente sanguíneo. El contacto entre ambos tipos sanguíneos puede darse bien durante el embarazo a través de la placenta, o del parto o bien durante una hemorragia maternofetal.
Diagnóstico: No hay ningún indicativo externo del grupo Rh de la madre, ni del feto. Para averiguarlos es necesario realizar una caracterización del grupo sanguíneo de ambos, madre y feto.
Atención prenatal: la cantidad de sangre Rh positiva necesaria para desencadenar una incompatibilidad en una madre Rh negativa es muy variable. Estudios al respecto han demostrado que tan solo 1 ml de sangre cuyo factor sea Rh positivo es suficiente para desencadenar una respuesta inmune en algunas personas, mientras que otras personas no llegan a desencadenar la respuesta inmune nunca, a pesar de ser sometidos a volúmenes mayores de sangre con el factor Rh positivo.
Tratamiento RhIg: en la actualidad se puede evitar la incompatibilidad Rh gracias a la administración de 2 inyecciones a la embarazada. La primera se administra durante la semana 28 del parto y la segunda en las 72 horas siguientes al parto. La eficacia de estas inyecciones es del 95%. Este tratamiento a base de inmunoglobulinas de Rh (RhIg) permite que el sistema inmune materno no ataque a los glóbulos rojos del feto. El tratamiento con RhIg también se aplica a una mujer tras un aborto, espontaneo o no, un embarazo ectópico o una transfusión Rh positiva. Las RhIg protegen durante alrededor de 12 semanas, por lo tanto es necesario volver a realizar el tratamiento con cada embarazo.
El segundo embarazo: es posible que durante el primer embarazo la cantidad de glóbulos rojos Rh positivo del feto no haya sido suficiente para desencadenar una respuesta inmune en la madre. Durante el segundo embarazo las posibilidades de una incompatibilidad aumentan puesto que el cuerpo de la madre ya ha tenido ocasión de enfrentarse a los glóbulos Rh positivos con anterioridad. Ante la presencia de un antígeno por segunda vez el cuerpo responde mucho más deprisa por un proceso de sensibilización o isoinmunización al Rh.
Tratamiento postparto: En el caso de una incompatibilidad el feto puede sufrir hemolisis, como consecuencia de la destrucción de sus glóbulos rojos por la madre. Esto se soluciona con transfusiones de sangre del grupo Rh positivo. Nada más nacer se realizan pruebas sanguíneas al neonato para averiguar su grupo sanguíneo y su factor Rh entre otras cosas. Con estas pruebas se puede diagnosticar una anemia hemolítica debida a incompatibilidad del grupo sanguíneo o del factor Rh.