Linfa
La linfa es el líquido que recorre el sistema linfático. Su función principal es la de recoger el exceso de líquido producido cunado la sangre riega los diferentes órganos y llevar este líquido de nuevo al sistema circulatorio tras ser filtrado en órganos especializados. Puedes leer más sobre el sistema linfático en su propio artículo aquí.
La linfa es un líquido incoloro, los glóbulos rojos que dan color a la sangre no salen del sistema circulatorio, así que no son recuperados por la linfa, a excepción de circunstancias especiales como heridas o enfermedades. Este líquido es propio de los animales superiores, vertebrados, los invertebrados poseen otros tipos de líquidos como la hemolinfa, de la que puedes leer más aquí. Sin embargo la linfa si cuenta con glóbulos blancos que cumplen parte de sus funciones en los ganglios linfáticos, a los que llegan en la linfa. La composición principal del sustrato seco de la linfa está formado por lípidos, con gran presencia de ácidos grasos de cadena larga que han sido absorbidos en el sistema digestivo, formando los quilomicrones que serán reincorporados a la sangre para que sean metabolizados en el hígado y en mucha menor medida proteínas de origen plasmático, especialmente fibrinógeno.
La linfa es la encargada de transportar todos los restos celulares desde los tejidos hasta los centros de “reciclaje”, bazo y timo, es por eso que se pueden encontrar células dañadas y también cancerosas, o bacterias (que pueden acumularse en los ganglios linfáticos), así como restos metabólicos de los que se deshacen las células sanas. El cuerpo contiene mucha menos linfa que sangre, considerando que un cuerpo contiene unos 5 litros de sangre, contiene tan solo 2 de linfa. La linfa se incorpora al sistema circulatorio a la altura de la vena subclavia, bajo el cuello, donde desemboca el sistema linfático.
La linfa realiza tres funciones indispensables para el cuerpo: en primer lugar recupera el líquido intersticial producido por la irrigación sanguínea de los tejidos, pero además también es el principal vehículo para los anticuerpos y los glóbulos blancos en las defensas del cuerpo y sirve como sistema de transporte para nutrientes desde el aparato digestivo. Cuando un tejido es irrigado por los vasos sanguíneos, la sangre se extravasa, para llegar a todas las células del tejido y luego vuelve a los capilares para el retorno venoso. Sin embargo, este proceso no es perfecto y parte del líquido queda en los tejidos, es precisamente este exceso de líquido el que va a parar al sistema linfático y forma la linfa, que se denomina prelinfa cuando está en los tejidos.
A diferencia de la sangre la linfa no cuenta con un órgano como el corazón para ayudar a su movilidad, la linfa circula por el sistema linfático gracias a los movimientos propios de los músculos del cuerpo al moverse. Si la linfa no es retirada de los tejidos éstos se hinchan debido al exceso de líquido y no funcionan con normalidad, lo que se traduce en dolores musculares y propensión a las infecciones.