Biología

La placenta

Publicado por Ramón Contreras

La placenta es un órgano presente en animales durante el desarrollo del embrión de los mamíferos placentarios. En contra de lo que pueda pensarse no es un órgano femenino, sino que está formado a partir del zigoto. Su función principal es la interacción del embrión con la madre. A través de la placenta el embrión en desarrollo obtiene todos los nutrientes que necesita.

Estudios al respecto han demostrado que son necesarios los genes provenientes de la madre y del padre, que tienen marcas epigenéticas diferentes, para desarrollar el corion frondoso, uno de los componentes de la placenta. De esta forma se asegura que una mala división de un ovulo no pueda formar un embrión, puesto que no puede formar la placenta.

La placenta es un rasgo evolutivo definitorio por sí mismo de un grupo de mamíferos. Los placentarios (Eutheria, anteriormente Placentalia) es una infraclase de mamíferos. La característica de este grupo es que los embriones se desarrollan en el útero materno durante largo tiempo. Estos mamíferos no presentan bolsa marsupial ni huesos epipúbicos. La otra infraclase de la subclase Theria que tiene especies vivas en la actualidad es Marsupialia, los marsupiales. Los placentarios aparecen a partir del Jurásico, hace unos 160 millones de años.

La placenta está formada por una fracción embrionaria denominada el corion velloso y una parte generada por la madre, la decidua basal. La placenta está muy irrigada por la sangre maternal y a medida que se desarrolla el embarazo se va volviendo más fina permitiendo mayores intercambios entre la madre y el embrión. Actúa como una barrera ante las moléculas grandes, aunque anticuerpos IgG pueden pasar de la madre al feto otorgándole inmunoprotección al feto. La placenta intercambia agua y gases con la madre por difusión simple. Mientras que otros compuestos utilizan canales activos como la glucosa o algunas vitaminas, mientras que otras moléculas son selectivamente transportadas en la cantidad deseada, como algunos lípidos. Durante las 16 primeras semanas de embarazo, en humanos, las vellosidades del corion aumentan la superficie de intercambio.

Además en la placenta se sintetizan 7 hormonas para el desarrollo de la placenta y la comunicación con la madre. La gonadotropina coriónica humana se emplea como prueba de embarazo puesto que la futura madre la excreta en la orina. La placenta sintetiza dos tipos de hormonas las polipeptídicas y las esteroideas. Por ejemplo, el lactogeno placentario humano estimula la lisis de lípidos en la madre y la movilización de glucosa y aminoácidos hacia el embrión. Las demandas de glucosa del feto pueden influir en la sensibilidad de la insulina materna. La proteína más abundante al final del embarazo, cuya concentración va aumentando desde la implantación del embrión es la glucoproteína b-1 específica del embarazo, que actua como inmunosupresor del sistema inmune de la madre, para evitar que sus glóbulos blancos ataquen los tejidos del embrión y colabora en el transporte de aminoácidos y estrógenos entre madre e hijo.

La progesterona y sus derivados estradiol y estrona son usados tanto por parte de la madre como del feto para promover la gestación, la implantación del embrión o impidiendo que el ciclo menstrual se lleve a cabo durante el embarazo.