Hipercolesterolemia ¿Qué es y cómo tratarlo?
La hipercolesterolemia puede hacer referencia a: dos enfermedades, la hipercolesterolemia familiar y la hipercolesterolemia poligénica o simplemente a un conteo de colesterol elevado en sangre. El colesterol es una molécula lipídica fundamental para el correcto funcionamiento de las células, formando parte, entre otras cosas, de la membrana citoplasmática y las vesículas. Por lo que es indispensable para el crecimiento. Sin embargo un exceso de colesterol provoca la formación de agregados de este lípido que pueden dar lugar a problemas cardíacos, de diabetes u obesidad, entre otras dolencias.
Además, es importante mencionar que la hipercolesterolemia puede ser primaria o secundaria. La hipercolesterolemia primaria es causada por mutaciones genéticas, como en los casos de hipercolesterolemia familiar y poligénica. Por otro lado, la hipercolesterolemia secundaria es causada por factores del estilo de vida o enfermedades como la diabetes, el hipotiroidismo, el síndrome nefrótico, entre otras.
¿Cuándo se denomina hipercolesterolemia? La hipercolesterolemia se da cuando el colesterol en sangre de un individuo está por encima de los límites que se recomiendan para la salud. Si una muestra de sangre tomada en ayunas da unas concentraciones de colesterol mayores a 200 miligramo por decilitro, nos encontraremos ante un caso de hipercolesterolemia.
Hipercolesterolemia de origen genético: si el colesterol en sangre está alto puede deberse a defectos en los genes que intervienen en su formación, eliminación o captación por parte del organismo. La hipercolesterolemia familiar, se debe a una mutación en el gen receptor de LDL, puedes leer más de este tipo de hipercolesterolemia aquí (próximamente).
También se han descrito casos de hipercolesterolemia debido a la mutación de más de un gen. A esta hipercolesterolemia se denomina poligénica. Es la más común, afectando a un 4% de la población mundial. Se debe a mutaciones en otros genes del ciclo del colesterol. Si el conteo de colesterol es superior a 260 mg/dl y los triglicéridos se encuentran dentro del rango normal y además hay casos de enfermedad coronaria temprana en la familia, es muy posible que se padezca la enfermedad. En las familias que tienen algún gen afectado de las rutas del colesterol es frecuente que su conteo sea algo más elevado que el de la población normal.
Síntomas, tratamiento y profilaxis: Un conteo alto de colesterol en sangre no tiene ningún síntoma externo, para detectarlo hay que hacer un análisis de sangre. El tratamiento depende de la causa de la hipercolesterolemia. Puede ser debida a la dieta, en cuyo caso es fácil de corregir, adoptando hábitos de dieta más saludables. Si por el contrario el colesterol alto es debido a una enfermedad genética a parte de intentar llevar una dieta que incluya menos colesterol se tendrá que vigilar con más frecuencia los niveles de colesterol en sangre y en casos con riesgo de enfermedad se deberá consultar con un médico especializado para empezar un tratamiento farmacológico para reducir los niveles de colesterol en sangre.
En algunos casos puede hacer una diálisis de sangre con el fin de eliminar los lípidos precursores del colesterol de la sangre. Con estas técnicas se puede eliminar de forma específica hasta el 80% de las lipoproteínas y las LDL (low density lipids, lípidos de baja densidad) en alrededor de 4 horas. Este tratamiento puede ser una alternativa para aquellos sujetos que no respondan correctamente al tratamiento farmacológico. El inicio de la aféresis en edades tempranas (entre los 6 y 7 años) parece prevenir la aparición de enfermedades arteriales.
Además de los tratamientos mencionados, también se pueden utilizar medicamentos para reducir el colesterol. Los más comunes son las estatinas, que reducen la producción de colesterol en el hígado. Otros medicamentos incluyen los absorbentes de ácidos biliares, que ayudan a eliminar el colesterol del cuerpo, y los inhibidores de la absorción de colesterol, que limitan la cantidad de colesterol que el cuerpo puede absorber de los alimentos. En casos extremos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para eliminar el exceso de colesterol de las arterias.
Es importante recordar que, aunque la hipercolesterolemia puede ser una condición genética, también puede ser prevenida y controlada con un estilo de vida saludable. Esto incluye una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, ejercicio regular, no fumar y limitar el consumo de alcohol.