Cómo hacen los moluscos las perlas
En la actualidad las perlas artificiales se hacen en un laboratorio con resina principalmente, aunque también existen otras técnicas para conseguir perlas con composiciones similares a las naturales sin que intervengan los moluscos. Estos animales son los que hacen las perlas naturales o salvajes y aunque se pueden cultivar y propiciar la formación de perlas, el proceso es completamente orgánico y ocurre por mecanismos defensivos del molusco.
Las ostras son los moluscos más conocidos que hacen perlas, pero también mejillones y otros moluscos tienen esta capacidad. La formación de la perla empieza a ocurrir cuando un cuerpo extraño, una piedrecita, un trozo de alga o un plástico incluso, entra dentro del molusco. Al no poderlo sacar y para evitar que le cause problemas, el molusco empieza a formar alrededor del cuerpo extraño una barrera protectora. Para ello lo va envolviendo en capas de nácar, la misma sustancia que emplean para crear su concha. Dependiendo de la especie de molusco, la perla puede tardar desde varios meses en las especies más rápidas hasta 9 años en formarse. Evidentemente, el tamaño de la perla también influirá en el tiempo que se tarda en hacer, pero llegado un punto algunos moluscos ya no hacen crecer más la perla. Un mejillón triángulo (Hyriopsis cumingii) puede estar formando de forma simultánea hasta 32 perlas, aunque cuantas menos perlas se formen a la vez mayor será su calidad.
El nácar es una baba o mucosa que se segrega por el epitelio del molusco y que se endurece rápidamente. Su principal componente es el carbonato cálcico cristalizado en plaquetas hexagonales de aragonita. Los hexágonos se estructuran en láminas paralelas que se superponen. Para asentar una capa sobre otra, la ostra usa a modo de cemento una matriz orgánica de polímeros elásticos de conquiolina, una proteína similar a la quitina de los esqueletos de los insectos o a la seda. La conquiolina es en realidad un conjunto de proteínas y polisacáridos exclusivo de moluscos que forma una matriz extracelular, que permite la agregación de partículas. La composición concreta de la matriz orgánica y los biopolímeros que se usen será lo que dará su brillo y tersura característico de las perlas. La calidad de la perla viene definida por la proporción de aragonita y conquiolina, a más aragonita, mayor brillo.
Finalmente, las perlas pueden tener colores muy diferentes dependiendo de la especie y la alimentación del animal. En todos los continentes encontramos especies que hacen perlas y en todos los continentes el ser humano se ha aprovechado de ello para hacer joyas. Pinctada Margaritifera u ostra perlera de labios negros es la encargada de crear una de las perlas más codiciadas, la Perla Negra. No solo por la fama que cogió debido a la película “Piratas del Caribe” estas perlas son codiciadas. Su color oscuro y su brillo, tan diferentes de las perlas convencionales, las convierte en un contrapunto ideal en la joyería de perlas. Sin embargo, solo fue a mediados del siglo XX que se empezó a usar en serio en joyería. Por otra parte, la perla negra la crea un molusco de Tahití, en la polinesia francesa, a miles de kilómetros del Caribe de los piratas.