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Tipos de selección natural

Publicado por Ramón Contreras

La selección natural es el proceso mediante el cual los individuos más adaptados a sus condiciones ambientales concretas pasan a la descendencia su material genético. La selección natural está relacionada con la eficacia biológica. Cuando un individuo de una especie tiene una eficacia biológica mayor, sus genes serán seleccionados de forma natural, mediante la supervivencia de mayor número de descendientes. De esta manera un individuo con mucho éxito deja más hijos a la generación siguiente de la especie y por lo tanto su ADN pasa a representar un porcentaje mayor de la diversidad genética entre la población o la especie.

Los individuos con las cualidades que funcionen mejor en un entorno pueden no ser las mismas que en otro. Por ejemplo, el cuello largo de las jirafas para comer las hojas altas de los árboles de la sabana no tendría mucho sentido en las zonas rocosas de alta montaña donde casi no crecen árboles. La selección natural permite así que haya una relación favorable entre una especie y su entorno. Normalmente un carácter es seleccionado para aumentar la especialización. Siguiendo con el caso de las jirafas, durante la evolución los individuos que tenían los cuellos más largos podían acceder a más alimento y por eso estaban más sanos para poder reproducirse más y en mejores condiciones de salud para las crías. Seleccionar la longitud de los cuellos para que fueran más largos se dice que es una selección direccional. También puede darse una selección direccional hacia tamaños más pequeños. Los animales que viven en islas tienden a ser más pequeños que otras poblaciones de la misma especie o de especies cercanas. Esto es debido a que unos recursos limitados (tanto de comida como de espacio) favorecen la eficacia biológica de animales de menor tamaño que no necesitan tantos recursos. Pero también puede ser selección direccional hacia un color u otra característica. Mientras sea “a más” o “a menos” se considerará direccional.

La mayoría de las veces la selección es direccional. Sin embargo, en ocasiones encontramos que los individuos que se seleccionan son precisamente los más moderados, a esto la llamamos selección estabilizadora. Esto se da cuando un rasgo ha alcanzado su punto óptimo para sobrevivir en un ecosistema y los individuos que destacan en otras direcciones no son tan eficientes biológicamente. Siguiendo con las jirafas podemos decir que en la actualidad las jirafas tienen selección estabilizadora. Como los árboles tienen un tamaño limitado el cuello de las jirafas no tiene porqué crecer más. En esta situación las jirafas que tengan cuellos demasiado largos o los que los tengas demasiado cortos tendrán una eficiencia biológica menor que las que tienen el cuello en su justa medida para comer bien de todos los árboles.

Finalmente la selección disruptiva es aquella en que justamente los individuos que representan los más moderados del carácter son los que serán eliminados. Esto se puede dar en situaciones en las que ha habido una disrupción del equilibrio en el ecosistema. En estos casos se seleccionarán los individuos que se encuentren en los extremos de la distribución de un carácter. Este es el principal motor de especiación, puesto que a partir de una sola especie se generarán dos separadas cuando cada uno de los extremos se estabilice para adaptarse al nuevo ambiente.