¿Es la evolución por selección natural «solo una teoría»?
Existe gente que simplemente no se lo pregunta y afirma que la evolución por selección natural es realmente solo una teoría. En este artículo y mediante el uso de un ejemplo pretendemos demostrar que la selección natural es una manera de evolución, no ya como teoría, sino como inevitabilidad matemática. No hay forma de evitar la evolución por selección natural a poco que se den unas pocas condiciones (una causa de selección).
Para nuestro ejemplo ficticio vamos a tomar dos poblaciones de gallinas en la que 100 de ellas tienen miedo a cruzar la carretera (la llamaremos población A), que evitan cruzar la carretera, y otras 100 no tienen ningún medio (población B), por lo que les da igual estar en la carretera o en los campos circundantes. El factor de selección será ser atropellada en una carretera y morir. Esta suposición podría adaptarse para cualquier especie y cualquier otro factor de selección que influya en ella, tortugas y poder darse la vuelta sola, por ejemplo.
Tenemos 200 gallinas paseando tranquilamente, cada una con sus gustos, el 50% de estas 200 gallinas de cada población. Como ya habrás supuesto las que tienen miedo a cruzar la carretera tienen cierta ventaja sobre las otras, puesto que no serán atropelladas por ningún coche. Veamos esto de forma matemática.
Supongamos que para nuestro ejemplo ficticio que cada gallina con miedo a la carretera antes de morir de vieja tiene solo dos hijos que llegan a adultos y se podrán reproducir a su vez. Por otra parte, las gallinas sin miedo a la carretera tienen solo un hijo que llega a adulto, la otra muere atropellada en la carretera y no consigue cruzarla. Los hijos de las gallinas tipo A serán miedosas también y las de la población B serán “temerarias” como sus padres.
Veamos cuántos hijos dejará cada población de gallinas a la generación siguiente: La población A, miedosas, por cada individuo deja dos, por lo que la población A pasa de tener 100 individuos a tener 200 y la población B, eran 100 porque solo dejan un descendiente cada una, por lo que la siguiente generación tiene solo 100 individuos.
En conjunto han pasado de estar al cincuenta por ciento cada población a tener, el 66% de la población A, porque 200 es el 66% de 300 gallinas totales y la población B se queda con el 33%.
Si se repite la misma selección, con el mismo porcentaje de descendientes para cada población en la segunda generación de hijos tendremos de la población A 400 (el doble de 200) y de la población B seguiremos teniendo 100 individuos. En porcentajes son para la población A 80% y población B 20%. En la tercera generación la población A tendrá 800 individuos (el 89% de la población total) y la población B seguirá con 100 (11% de la población total). En tan solo tres generaciones hemos pasado de que las miedosas sean el 50% del total hasta el 89%.
Como se ve, esto es evolución a través del tiempo. Un genotipo (miedosa) se extiende en la población sobre otro (temeraria) de manera que la población total de gallinas con el tiempo se vuelve miedosa. En realidad las gallinas temerarias nunca desaparecen siguen siendo 100 mientras que las otras aumentan de forma continuada. Esto se mantendrá así hasta que las condiciones que hemos establecido cambien. Por ejemplo cuando se acabe la comida y sea necesario cruzar la carretera para buscar más.