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La extinción del Pérmico-Triásico en la que desaparecieron el 80% de las especies

Publicado por Ramón Contreras

Las extinciones son procesos masivos en las que gran parte de los seres vivos mueren, la vida pierde cientos y miles de especies y casi todo ha de volver a empezar a desarrollarse. Posiblemente estés pensando que hablaré de la extinción de los dinosaurios que se extinguieron hace unos 66 millones de años. Pero la verdad es que antes de esa debacle de la que no sabemos exactamente las causas hubo otras. Precisamente hoy traemos la que posiblemente fue la causa de la aparición de los dinosaurios, la gran extinción del Pérmico-Triásico.

La hegemonía de los dinosaurios llegaría después de la catástrofe

La extinción Pérmico-Triásico es la mayor de la prehistoria de la Tierra de la que tenemos noticia. El registro fósil nos muestra que se perdieron por lo menos el 80% de las especies marinas y el 70% de las especies terrestres, aunque en las estimaciones más extremas se habla de que solo sobrevivió el 5% de las especies de algunas regiones. Esta extinción fue 5 veces mayor que cualquier otra registrada, incluida la de los dinosaurios, y una 10 veces más extensa. Evidentemente, todas las especies que sobrevivieron sufrieron una reducción en sus números increíble. El proceso de extinción duró alrededor de 5 millones de años y parece ser que fue debido a la concurrencia de varios eventos cataclismáticos (entre los que se baraja un vulcanismo extremo y el impacto de un meteorito). Fuera lo que fuera y como consecuencia, los casquetes polares se redujeron y el clima tropical casi imperante en todo el globo se convirtió en árido y seco, dejando grandes regiones del megacontinente Pangea sin agua. Bajo el mar disminuyó la salinidad, por la retirada de los casquetes, aumentó la temperatura (lo que significa que el agua retiene menos oxígeno) y cambiaron los flujos de corrientes marinas.

En tierra firme ya existían antecesores evolutivos claros de reptiles y protomamíferos, que convivían con anfibios e insectos. La ausencia de agua propició la evolución de anfibios a reptiles durante todo el Pérmico. Los anfibios necesitan poner sus huevos en el agua, que era cada vez más escasa, mientras que los reptiles protegen sus huevos con cáscaras que no necesitan ser húmedas. Al final del Pérmico, los animales que se habían adaptado a vivir en aquellas condiciones secas y áridas, los reptiles primitivos y lo que ya despuntaba como los primeros pasos de la vida mamífera, lograron sobrevivir mejor a la extinción.

Hasta ahora se calculaba que la vida había tardado unos 8 millones de años en recuperarse moderadamente de esta pérdida masiva de biodiversidad. Sin embargo, un estudio más reciente podría acortar este tiempo hasta tan solo 1 millón de años. El yacimiento de Guiyang (China) es especialmente rico en fósiles y muestra que tan solo 1 millón de años después el ecosistema marino estaba recuperado. El número de especies (40) es remarcablemente bueno y sobre todo están presentes representantes de todos los niveles tróficos del ecosistema, indicando que la fauna se había vuelto a diversificar para ocupar todos los nichos ecológicos. Se han encontrado grandes depredadores de más de un metro de longitud y pequeños filtradores. La evolución funciona creando especies emparentadas cercanas con pequeñas variaciones en sus funciones dentro del ecosistema. Sin embargo, en este yacimiento podemos encontrar que esta diversidad la forman especies únicas de Ordenes taxonómicos muy diferentes que denota una rápida evolución, especialización o adaptación a las nuevas oportunidades.

En cualquier caso, las condiciones resultantes de la extinción entre el Pérmico y el Triásico fueron las que permitieron el éxito siguiente de los dinosaurios y de los mamíferos más adelante.