Charles Darwin
Charles Darwin es, sin duda, uno de los padres de la genética moderna e incluso de la concepción de la biología . Su aportación a las teorías evolutivas si bien no se mantienen completamente vigentes en la actualidad son, indiscutiblemente, la base teórica en la que se basan hasta las teorías moleculares que se aceptan en la actualidad. Al conjunto de sus teorías se les llama darwinismo y a las teorías que amplían sus conocimientos para ponerlo a la altura de otras teorías modernas basadas en evidencias moleculares neodarwinismo.
Charles Robert Darwin nació en Inglaterra en 1809. Hijo de médico acomodado pudo ir a la escuela a los 8 años y a la temprana edad de 16 años ingresó en la universidad Edimburgo para estudiar medicina. Como cuenta en su autobiografía publicada los estudios de medicina no le llenaron y dedicó su tiempo a actividades más naturalistas, como la geología o el estudio de los seres vivos. A ese respecto estudió y publicó sobre los invertebrados marinos de los fiordos de Forth y colaboró en la colección botánica de la universidad. Estas actividades que su padre veía como extracurriculares disgustaron a su progenitor que decidió mandarlo al seminario de Cambridge para que se ordenase pastor anglicano.
Sin embargo esta actividad tampoco ocupó mucho tiempo del joven Darwin. Se hizo devoto de John Stevens Henslow, famoso naturalista de Cambridge, y también publicó un artículo sobre los escarabajos que se había aficionado a coleccionar. Aun así quedó entre los primeros de su curso para conseguir su título en letras anglicanas. Apasionado por la filosofía natural de Henslow pasó el verano recorriendo la costa de Gales y leyendo sobre las teorías uniformistas del naturalismo. A la vuelta se encontró con la carta de Henslow ofreciéndole un puesto de naturalista en el HMS Beagle. El viaje duró 5 años y tomó extensas notas sobre geología, zoología y botánica, así como fósiles y especímenes de todo tipo. De vuelta a Inglaterra y con la mediación de Henslow se reunió un grupo extenso de biólogos para catalogar la ingente cantidad de muestras que se habían recogido.
Los siguientes 23 años los dedicó a la catalogación de las muestras, de la que extrajo ciertas observaciones que iban en contra del fijismo evolutivo que era el dogma de la época. Tras dedicar muchos años al estudio de los fósiles se dedicó a los invertebrados marinos, mientras otros zoólogos se encargaban de los vertebrados y descubrían nuevas especies.
En 1858 se encontraba redactando su nueva teoría evolucionista que quedaría reflejada en su libro “El origen de las especies”. Aunque reacio a su publicación por las duras críticas que habían tenido escritos similares cuando su colega Alfred Russel Wallace le envió su propio trabajo describiendo una idea similar se apoyaron mutuamente para publicarlo.
“El origen de las especies” revolucionó el mundo de la biología sugiriendo que existe la sucesión e especies y no que éstas son fijas en el tiempo, lo que llevó a la famosa sentencia de que “el hombre viene del mono”. Al final y con gran dificultad, las exhaustivas pruebas y metódicos experimentos aportados por Darwin y Wallace en sus concienzudos trabajos consiguieron hacer girar la rueda del pensamiento hasta lo que hoy se conoce como la teoría evolutiva.