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Bipedismo la opción evolutiva

Publicado por Ramón Contreras

El bipedismo o bipedestación es la capacidad de una especie para mantenerse erguido sobre sus patas traseras y caminar sobre ellas. Hay animales, como el oso, que puede adoptar la postura bípeda en momentos determinados, pero no puede caminar correctamente. Del mismo modo los simios pueden erguirse y andar tambaleándose en postura bípeda. Tan solo el ser humano de todos los primates ha adoptado la postura bípeda de forma completa. Hay que recordar que todas las aves son bípedas y otros animales, como el canguro también caminan sobre dos patas y muchos reptiles, dinosaurios, antes de que el ser humano existiera ya eran bípedos.

En artículos anteriores hemos hablado de la evolución de la especie humana (Homo sapiens), viendo los cambios acontecidos durante la parición y desarrollo del género Homo desde Australopithecus. Puedes leer sobre los cambios del esqueleto llevados a cabo para adoptar la postura bípeda aquí o la importancia del pulgar oponible aquí . Alcanzar la postura bípeda supone muchos y muy profundos cambios en la anatomía de la especie, por lo que parece claro que debía suponer una ventaja, aunque no entendamos su importancia.

Existen varias teorías sobre la razón por la que el ser humano pudiera haber adoptado el bipedismo, muy posiblemente la razón es un conjunto de algunas o todas estas teorías. El bipedismo surge en una época de sequía en la que la sabana avanza y retroceden los árboles dejando zonas de terreno llano. Sin embargo, el Homo sapiens es el único animal que adopta esta solución ante la desaparición de sus árboles. Estas son algunas de las razones por las que podría haberse adoptado: La posición bípeda es energéticamente más eficaz para desplazarse, si bien puede ser más lenta, requiere mucha menos energía. Permite ver más lejos y por encima de pastos. La postura bípeda recibe menos insolación y por lo tanto se calienta menos. En el caso de los humanos el bipedismo deja las extremidades anteriores para otras funciones, como crear, utilizar y acarrear herramientas.

Veamos los contras que tiene la adopción de la postura bípeda en el ser humano:

Es más ahorrador de energía, pero no permite alcanzar velocidades muy grandes, por lo que no es una ventaja para cazar o huir. La postura erguida supone aguantar todo el peso del cuerpo en tan solo 2 de las cuatro extremidades. Los músculos se cansan más y se acumulan tensiones en músculos y huesos de la columna vertebral. Las articulaciones de las extremidades posteriores se vuelven un punto crítico para la supervivencia, puesto que una lesión impide si quiere seguir a la manada. Las crías tardan dos años en poder andar por si solas (cuando la mayoría de cuadrúpedos pueden correr tras tan solo unas pocas horas de vida). Para acabar la recolocación de la pelvis de homínidos para poder andar a dos patas supone un estrechamiento del canal del parto haciéndolo doloroso, difícil y en muchas ocasiones peligroso para la madre y el hijo.

Los Australopithecus, ya eran bípedos, diferentes del resto de simios.

Los Australopithecus, ya eran bípedos, diferentes del resto de simios.

¿Fue el bipedismo una buena adaptación? Parece ser que sí, puesto que el éxito evolutivo de la especie no deja lugar a dudas. Tal vez no sepamos la razón por la que los antepasados del ser humano dejaron los árboles, pero podemos apreciar la importancia de ese paso evolutivo hacia la utilización de herramientas.