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Relaciones intraespecíficas

Publicado por Ramón Contreras

Las relaciones entre individuos de la misma especie, denominadas intraespecíficas son más fáciles de comprender que las que se dan entre individuos de diferentes especies, llamadas interespecíficas, puedes leer más de estas últimas en su propio artículo aquí. Tal vez la relación más obvia entre dos individuos de la misma especie es el apareamiento o el cuidado de las crías. Sin embargo existen especies en las que los padres no cuidan para nada de los hijos o incluso existen especies en las que el apareamiento no se hace directamente sino que ambos miembros sueltan los gametos al medio (normalmente el agua) y allí tiene lugar la unión.

No obstante, la relación entre dos individuos de la misma especie que comparten hábitat seguramente sea la competición por los recursos, bien sea el alimento, el espacio o las parejas reproductoras. La competencia interespecífica es mucho más fuerte que entre especies diferentes, puesto que los miembros de especies diferentes ocupan nichos ecológicos diferentes y pueden hacer uso de recursos variados. Por el contrario los miembros de una misma especie siempre intentarán hacer uso de los mismos recursos y si estos son escasos la competencia pondrá a los miembros más eficaces en mejor predisposición de reproducirse, mejorando la especie.

Aun así en especies, sobretodo animales, existen otras relaciones, como la colaboración. Muchas especies de animales forman manadas que colaboran en la caza, la defensa o la cría de los nuevos miembros. Las pautas de colaboración son muy variadas y pueden ir desde alianzas temporales a formaciones familiares que actúan durante toda su vida juntas.

En plantas se ha descrito un curioso fenómeno de colaboración entre plantas muy relacionadas. Experimentos de laboratorio han demostrado que plantas del mismo ecotipo al crecer intentan no entorpecer la insolación de otros miembros, efecto que no se da cuando se colocan plantas de la misma especie pero de diferente ecotipo para que crezcan juntas.

Algunos animales como las abejas, las hormigas y otros insetos de esa familia tienen una forma de colaboración muy particular en la que tan solo un miembro, la reina, se reproduce mientras que todas las hijas, excepto las que serán futuras reinas, trabajan para mantener a la reina alimentada y sana y salva. Otras especies como los mamíferos hienas o gorilas, tienen estructuras familiares con jerarquías más o menos estrictas. El caso de las hienas es extremadamente complejo donde cada hiena hembra tiene su lugar en la jerarquía dependiendo de la jerarquía de su madre en gran parte, y por lo tanto diferentes oportunidades para acceder a los recursos.

En ocasiones la relación entre miembros de la misma especie es mucho más agresiva. No nos referimos a las peleas de los machos por el acceso a las hembras, en esas peleas en las que tan solo en algunas especies y en raras ocasiones hay heridas graves. Algunas especies optan por la eliminación de futuros competidores. Se denomina cainismo a la muerte de las crías a manos del nuevo macho dominante. De esta manera se supone que las hembras tendrán más energías para criar a sus propios hijos y antes volverán a entrar en celo.