Efecto de la competencia sobre la estructura y diversidad de los ecosistemas
¿Cómo influye la competencia entre varias especies en una comunidad ecológica? La teoría convencional de la competencia y diferenciación de nichos asume que la competencia modifica la estructura y organización de las comunidades al limitar el número de especies que pueden explotar los recursos disponibles, imponiendo un límite a la similitud entre las especies que compiten. Normalmente, el papel de la competencia se basa en el principio de exclusión competitiva: si dos o más especies compiten por el mismo recurso limitante, todas las especies menos una terminarían extinguiéndose.
El efecto de la competencia e comprueba mediante experimentos de manipulación de abundancias: si se tienen cuatro especies A, B, C, D, se comprueba si al eliminar D aumentan las abundancias del resto de especies. Este es el llamado “efecto de la competencia actual”. Paradójicamente, si al eliminar D no aumentan las abundancias del resto, no significa que la competencia no sea importante ya que:
– Es posible que la competencia en el pasado haya forzado una divergencia morfológica, de forma que la competencia actual sea mínima.
– Es posible que las especies menos competitivas se hayan extinguido, y que las especies posteriores coexistan precisamente porque compiten poco entre sí.
Esto es lo que se denomina el “fantasma del pasado competitivo”. Entonces, para demostrar la existencia de competencia, habría que observar alguna de estas tres predicciones:
– Los competidores potenciales que coexisten en una comunidad deberían mostrar al menos diferenciación en los nichos.
– Esta diferenciación en los nichos a menudo se manifestará en una diferenciación morfológica.
– Dentro de una comunidad es poco probable que existan competidores potenciales que no presenten diferenciación de nichos, por consiguiente, sus distribuciones en el espacio deberían estar asociadas negativamente, es decir, donde encontramos una especie no encontramos otras.
La diferenciación de nichos implica un uso diferencial de los recursos, y esto se produce por tres mecanismos:
– Segregación espacial: especialización de las especies en explotar un mismo recurso en microhábitats diferentes, de tal forma que las especies difieran en jerarquía competitiva en cada uno de los microhábitats.
– Segregación temporal: escalonamiento en los ciclos vitales de las especies a lo largo del año, de tal forma que minimicen la competencia de las especies entre sí. Un ejemplo bueno son las diferentes fenologías en floración que presentan muchas especies que comparten polinizador.
– Diferenciación morfológica o desplazamiento de caracteres: se produce cuando la competencia es tan intensa que llega a producir un cambio evolutivo que produce la diferenciación morfológica de un determinado carácter. Por ejemplo, en el género de abejorros nectívoros Bombus se produce un gradiente actitudinal. Existen especies de trompa larga, corta e intermedia, y también una especie que, aunque tiene la trompa corta, alcanza el néctar de todas las flores porque rompe con su mandíbula la base inferior de las mismas. Normalmente, en cada comunidad se encuentra una especie de trompa larga, otra corta y otra intermedia. Y a veces la que rompe las flores. Esta distribución se explica por la influencia de la competencia.