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¿Qué es la biorremediación?

Publicado por Ramón Contreras

La bioremediación es el proceso de recuperar un ecosistema afectado por una catástrofe, normalmente causada por el hombre, mediante la utilización de seres vivos concretos con habilidades específicas para contrarrestar la situación desastrosa. La bioremediación moderna surge para contrarrestar la enorme carga de deshechos y tóxicos arrojados al medio ambiente por parte del ser humano. Es por lo tanto una de las técnicas más deseadas para la rehabilitación de ecosistemas deteriorados. Normalmente se usa en complentación con técnicas de retirado físico de residuos.

Además de la eliminación de desechos tóxicos, la bioremediación también se utiliza para restaurar la biodiversidad en un ecosistema. Esto se logra mediante la introducción de especies que pueden ayudar a equilibrar el ecosistema y promover su recuperación. Por ejemplo, en un bosque afectado por la tala excesiva, se pueden introducir especies de árboles que crecen rápidamente para ayudar a restablecer la cubierta forestal y proporcionar hábitats para la vida silvestre.

En la actualidad existen muchas especies vegetales, animales, de hongos o bacterias que se emplean para la biorremediación. La idea de tratar con organismos vivos el medio ambiente para evitar el fin del ecosistema no es moderna. Por ejemplo, el barbecho es una técnica que podría entrar dentro de la definición de biorremediación. Una tierra se dice que está en barbecho cuando se deja, dejar un campo sin cultivar para que el suelo recupere su biota y sus nutrientes durante un periodo de tiempo antes de volver a cultivar.

Además de las bacterias y los hongos, existen también insectos y otros invertebrados que pueden desempeñar un papel en la bioremediación. Algunos de estos organismos son capaces de descomponer los desechos orgánicos y convertirlos en nutrientes para las plantas, ayudando así a mejorar la calidad del suelo. Otros pueden ayudar a controlar las poblaciones de plagas, reduciendo la necesidad de pesticidas químicos.

Sin embargo, el concepto moderno de biorremediación es mucho más amplio. Uno de los casos más importantes de biorremediación tal vez sea la eliminación de vertidos de petróleo. Desde los años 1960 se está trabajando con más de media docena de especies bacterianas que no solo sobreviven en medios con alta concentración de petróleo, sino que son capaces de alimentarse del petróleo, degradándolo. Estas especies, entre las que se encuentran varias Pseudomonas, como P. aeruginosa, son capaces de degradar xenobióticos, compuestos orgánicos como el petróleo o el plástico que no se encuentran en la naturaleza. Puedes leer más de las increíbles Pseudomonas y de P. aeruginosa en sus propios artículos aquí y aquí respectivamente. A estas bacterias muchas veces se las mejora con ingeniería genética u otros procesos biológicos para mejorar su rendimiento ante el tóxico que tienen que eliminar. También los hongos tienen grandes cualidades como biorremediadores. Las versiones mejoradas de estos hongos son capaces de degradar los anillos aromáticos policíclicos del petróleo, moléculas orgánicas xenobiológicas tóxicas para muchos otros organismos.

La recuperación de lagunas y humedales mediante la biorrecuperación es en muchos casos la única solución.

La recuperación de lagunas y humedales mediante la biorrecuperación es en muchos casos la única solución.

Pero la bioremediación no solo puede llegar a eliminar una mancha de petróleo del mar o de la tierra. También puede eliminar metales pesados o productos tóxicos (como exceso de fertilizantes o pesticidas en los campos o productos químicos de desecho de una fábrica). Por ejemplo, durante siglos se han empleado plantas resistentes a la salinidad para desalar suelos con el fin de poner cultivos después. Estas plantas son capaces de absorber y almacenar una gran concentración de sales, después al ser retiradas el campo podrá ser usado para un cultivo menor tolerante a la salinidad. En este aspecto también se trabaja con plantas que sean capaces de almacenar otras toxinas. Muchas veces estas plantas se alteran genéticamente para aumentar sus cualidades innatas. En estas plantas se intenta que la acumulación de los tóxicos se haga en la parte aérea, facilitando su eliminación. También se emplean hongos que se asocian a la raiz para eliminar metales como el cobre en suelos con exceso de este metal.

Finalmente, En las plantas depuradoras de agua se recogen las aguas residuales de las ciudades y mediante procesos químicos y biológicos se limpian para poder volver a utilizarse, aunque no sea para consumo humano. Lee más sobre ello en el artículo que le dedicamos al funcionamiento de una planta depuradora, aquí (próximamente).

La bioremediación es, por lo tanto, una herramienta esencial en la lucha contra la contaminación y la degradación del medio ambiente. A medida que la tecnología y la ciencia avanzan, es probable que veamos cada vez más aplicaciones de la bioremediación en el futuro.