Los pueblos indígenas moldearon el bosque del Amazonas
Cunado pensamos en el Amazonas muchos de nosotros pensamos en “el pulmón del mundo”, un bosque virgen e intacto, uno de los últimos lugares sin explorar del planeta. Sin embargo, esta concepción es errónea, a lo largo del recorrido de tan largo río se encuentran asentamientos humanos que llevan miles de años conviviendo con el bosque. Las poblaciones indígenas son “frecuentes”, no hablamos de grandes ciudades, ni de pueblos, sino de aldeas de indígenas que viven en equilibrio con el medio, del que extraen su alimento, sus herramientas y en general su medio de vida, sin tener que talar de forma masiva el bosque.
Un estudio reciente publicado este mes de marzo de 2017 en la prestigiosa revista científica Science, muestra la importancia de estos asentamientos humanos en la configuración ecológica de la cuenca del Amazonas. La investigación se ha llevado a cabo por parte de un grupo de investigación formado por los centros de investigación: INPA (Instituto Nacional de Investigación Amazónica de Brasil), la Universidad de Wageningen y el Centro de Investigación de los Países Bajos.
Dicho estudio relaciona la presencia de 85 especies vegetales domesticadas por los seres humanos con la presencia cercana de núcleos humanos ya sean actuales o en el registro arqueológico de la zona, pues el estudio contempla la presencia humana en los últimos miles de años. Por ejemplo las plantas de uso alimentario como: árboles de cacao, nueces de Brasil, asaí o palma de manaca (apreciada por sus nutritivos frutos son más frecuentes cerca de los núcleos humanos.
Además, el estudio también revela que estas especies domesticadas no solo son más frecuentes, sino que también han experimentado cambios genéticos debido a la interacción con los humanos. Estos cambios han permitido a las plantas adaptarse a las condiciones cambiantes del entorno y a las necesidades de los humanos. Este hallazgo es especialmente relevante ya que demuestra que los humanos no solo han influido en la distribución de las especies, sino también en su evolución.
Estas especies, que deberían encontrarse en la misma proporción que el resto de los vegetales, se encuentran sobrerrepresentados, son mucho más frecuentes, forman una cuarta parte de toda la biodiversidad del lugar, que otras especies sin interés para el ser humano en las proximidades de los restos arqueológicos de la cuenca del río Amazonas. En el estudio también se apunta que la presencia humana precolombina pudo alterar el bosque de otras formas, no solo favoreciendo o plantando especies de especial interés para ellos, sino también eliminando aquellos que les resultaran molestos.
En el estudio se han empleado datos de alrededor de tres mil yacimientos arqueológicos situados a lo largo del Amazonas. A este respecto los autores señalan que todavía hay regiones del Amazonas que no han sido completamente estudiadas, aunque con los datos con los que han trabajado se ve una relación significativa entre los asentamientos humanos y la frecuencia de plantas domesticadas. La superposición de los asentamientos y las poblaciones de los vegetales de interés da una idea muy clara sobre la importancia del ser humano en la composición ecológica que hoy en día conocemos del Amazonas.
Este estudio también resalta la importancia de los pueblos indígenas en la conservación del Amazonas. A pesar de las amenazas actuales a este ecosistema, como la deforestación y el cambio climático, los pueblos indígenas han demostrado ser eficaces en la protección y gestión de sus territorios. Su conocimiento tradicional y su respeto por la naturaleza son fundamentales para la preservación de este ecosistema único.
En cualquier caso, este estudio parece desmentir la hipótesis de la falta de presencia humana en el Amazonas, además de ser un ejemplo claro de intervención humana en un ecosistema (hace más de 500 años) sin que el equilibrio del ecosistema se haya visto dañado. Muy posiblemente este caso se convertirá en un ejemplo de estudio de aprovechamiento de los recursos naturales, conservación e intervención humana de bajo impacto medioambiental.