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Conservación y uso de los recursos de zonas protegidas

Publicado por Ramón Contreras

Desde que existen las figuras de protección de áreas de interés, como Parques Naturales, Reservas de la Biosfera o Patrimonios de la Humanidad, se ha llegado a la conclusión que muchas de estas áreas eran explotadas por el ser humano antes de que fueran zonas protegidas. Sin embargo, la acción humana no siempre ha sido perjudicial para estas regiones, más aun, en muchas de ellas la actividad humana tradicional ha sido fundamental para modelar el paisaje que se quiere proteger. Los mejores ejemplos son las zonas donde una actividad ganadera no expansiva a modelado el paisaje o en un caso concreto se puede ver que la actividad humana en la cuenca del Amazonas fue fundamental para la diversidad de la flora de la región, puesto que se ha demostrado que el hombre favoreció la existencia de arboles que fueran de su interés y eliminó aquellos de los que no podía obtener alimento ni ningún tipo de beneficio.

En ocasiones la actividad humana es necesaria para eliminar el estropicio realizado por él mismo. Como es el caso de la eliminación de especies invasoras introducidas por el hombre, tanto de animales y plantas. Un estudio reciente demostró que en un parque natural de una isla española al cercar ciertas zonas volvieron a aparecer plantas endémicas que se pensaba extintas. Esto fue gracias a que se evitó que las cabras (introducidas por el hombre y asilvestradas) se comieran los brotes tiernos.

Alrededor del mundo existen pueblos indígenas afincados en reservas naturales, muchas veces creadas para proteger su forma de vida. Tristemente, muchas veces estos pueblos no tienen autoridad legal sobre sus tierras y dependen de las bondades del gobierno para que se proteja su tierra. El caso de la explotación minera de Brasil este mismo 2017 en tierras protegidas, pone de manifiesto la fragilidad de la protección de determinadas áreas. Pero no todo son malas noticias, este mismo 2017 Colombia ha ratificado por sentencia judicial de la Corte Constitucional que el pueblo Embera Chami, del Resguardo Indígena Cañamomo Lomaprieta, es dueño de sus propias tierras y protege su actividad minera tradicional y expulsa a la minería moderna de sus tierras.

En los parques naturales normalmente se lleva a cabo una actividad no extensiva que muchas veces se aprovecha para recuperar variedades de cultivares o razas ganaderas tradicionales, así como métodos tradicionales tanto de agricultura, ganadería, pesca o incluso minería y usos de los recursos forestales, como leña o carbón. Se ha demostrado que el uso controlado de los recursos de la región otorga un valor añadido cultural a la reserva, la conservación del conocimiento de estas técnicas. Esto mejora la visibilidad de muchas de estas regiones y le añaden un aliciente turístico que puede ayudar, bien gestionado, al mantenimiento del área protegida.

No son pocos los estudios realizados alrededor del mundo en el que se demuestra que la comunidad indígena es fundamental para el mantenimiento y la conservación de las tierras a proteger, ya sean bosques, selvas, desiertos o glaciares. Pero para que las comunidades indígenas tengas relevancias en el mundo moderno se les debe conceder algún tipo de poder legal real sobre sus tierras, para que se cree una continuidad en la protección más allá de los designios de las ideas políticas de turno.