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La caza furtiva de rinocerontes en África baja durante 2020, gracias en parte a la pandemia de COVID-19

Publicado por Ramón Contreras

El balance de 2020 puede ser negativo par algunos. Sin embargo, desde el primer confinamiento no paran de llegar buenas nuevas sobre la vida silvestre. Son famosas las fotografías de las aguas claras de Venecia, o los avistamientos de delfines y tortugas en infinidad de puertos alrededor del globo. Tampoco han sido para nada extrañas las historias de animales salvajes grandes y pequeños correteando y disfrutando las ciudades desiertas. De forma más científica, se ha podido registrar que los pájaros han podido bajar el volumen de sus trinos en las ciudades para poderse oír liberados de la presión el ruido del tráfico. En general 2020 ha sido una bocanada de aire limpio para el planeta y una demostración de que si le damos una oportunidad el mundo y la vida salvaje todavía pueden salvarse. Uno de los últimos datos en este aspecto nos llega de África.

Allí, una de las grandes reservas de vida silvestre del globo, a principio de 2021 han hecho su propio balance sobre el 2020. Desde Kenia llega una gran noticia. En 2020 no se ha cazado de forma ilegal ni un solo rinoceronte negro. Esta especie que está muy protegida tiene un surtido grupo de guardas que vigilan casi familia por familia de estos enormes animales, de los que se conversan tan solo algo más de 800 ejemplares. La caza furtiva es el principal problema para la supervivencia de los rinocerontes. Los matan para hacerse con sus cuernos, por una creencia errónea de que tiene poderes diversos tanto curativos como afrodisíacos. El servicio de vida silvestre de Kenia ha compartido esta buena noticia que no solo es fruto de las restricciones al movimiento de las personas ocasionadas por la COVID-19. Sino que se basa principalmente en la gran labor de sus servicios de inteligencia y vigilancia que llevan disminuyendo las muertes de rinocerontes y otros animales salvajes en peligro durante años. Como dato han aportado que solo han muerto 11 elefantes en 2020 a causa de los furtivos. Cifra que contrasta con los 350 de media de los 5 años anteriores. Sin duda las restricciones al movimiento han ayudado a que fuera más difícil para los cazadores ilegales desplazarse hasta los parques nacionales donde viven en libertad los elefantes y los rinocerontes. Además, han adelantado que en 2021 planean poner un chip localizador a todos los rinocerontes negros de sus reservas nacionales para mejorar el seguimiento de cada individuo.

Siguiendo en África, en Sudáfrica también han reportado unos resultados muy buenos para la campaña de protección de rinocerontes. Sudáfrica es el país con la población más grande de estos animales y la mayoría de ellos viven en el parque nacional de Kruger. Lugar que es también el más afectado por la caza ilegal. Si bien es verdad que han muerto por causas ilegales 350 rinocerontes es casi un 33% menos que el año anterior. Esta victoria es en parte a las restricciones de la COVID-19, como comenta el responsable de conservación de la vida silvestre del ministerio de medio ambiente. Pero también recuerda que el programa de protección lleva 10 años en funcionamiento y que desde entonces el número de muertes ha ido descendiendo de forma gradual. Recuerda también que no solo la vigilancia y protección de los animales es importante sino la labor de concienciación que hacen en las ciudades y aldeas cercanas a las reservas, puesto que son el lugar principal donde las organizaciones criminales reclutan a los cazadores.

Sin duda 2020 ha dejado muy buenos números de supervivencia en rinocerontes, elefantes y otras especies en peligro que están protegidas. Ahora solo queda esperar a que en 2021 no haya un efecto rebote y la caza se intensifique.