Sorgo, el cereal del futuro
El sorgo es una de las plantas con más potencial para los cultivos del siglo XXI. Las características más apreciadas en los cultivos de interés alimentario se han de sumar a su gran resistencia a la sequía. Esta planta originaria de África se ha extendido a regiones de todo el globo con un clima cálido y baja cantidad de lluvias. Esta franja se está ampliando y es muy posible que con el cambio climático muchas zonas en las que no se podía cultivar sorgo por el frío se conviertan en aptas para ello.
Filogenia e historia evolutiva: El sorgo es el nombre común de un conjunto de especies que se recogen en el género Sorghum. Se han descrito más de 300 especies de las que tan solo 31 han sido admitidas. Todas ellas pertenecen a su vez a la tribu Andropogoneae. Son unas hierbas de climas tropicales y templados que realizan la ruta C4 para la fotosíntesis. En cualquier caso, pertenecen a la muy conocida familia taxonómica Poaceae, las poáceas, también conocidas como las gramíneas. Finalmente se recogen en el Orden Poales, dentro de la Clase Liliopsida -las monocotiledóneas- de la División Magnoliophyta las plantas con flor del Reino de las plantas.
Descripción física: La planta puede alcanzar los 2 metros con las inflorescencias en su extremo con flores completas -con ambos sexos- de pequeño tamaño. El grano de cereal, o la semilla es esférica y de colores que van desde el amarillo al negro con un aspecto similar al grano de maíz. De hecho, comparte muchas características con el maíz tanto en sus requerimientos como en sus valores nutricionales. El sorgo además tiene unas raíces muy profundas que se ha visto que pueden ayudar a los cultivos a resistir las heladas en un campo de rotación de cultivo.
Distribución y hábitat: El sorgo procede de África meridional. Es por eso que los requerimientos de temperatura impiden que crezca en sitios fríos, su temperatura de germinación son los 12-13 grados, pero su temperatura de crecimiento es más de 30ºC. A diferencia del maíz, el sorgo resiste las sequías y necesita menos cantidad de agua. Las condiciones del suelo pueden ser alcalinas pero no crece bien en suelos ácidos.
Interacción con el ser humano: El sorgo es una planta de interés humano. Tanto él como sus animales -en forma de forraje- se pueden alimentar de ella. Además, con el aumento de las intolerancias al glúten que se extienden por el mundo el sorgo es una alternativa ideal para la panificación, pues no contiene esta proteína. En la actualidad EE. UU. es la principal potencia mundial en cultivarlo, seguido de Nigeria y otros países africanos. En quinta posición encontramos a la India y en sexta Méjico. Esto nos puede dar una idea de la potencialidad que todavía tiene el cultivo para extenderse a zonas como China (octavo en el ranking) o a países europeos y suramericanos, donde aún su cultivo es minoritario, con excepción de Brasil -7ª posición del ranking, Argentina 11ª y Bolivia 15ª.