Calafate: la baya endémica de la Patagonia convertida en superalimento
En Laguia2000 nos encanta hablar de plantas endémicas y propias de las regiones. Dar a conocer y a veces conocer nosotros también aquellas plantas que son un símbolo para algunos. El calafate, michay o mechay es una de ellas, aunque hay gente que hace la distinción entre calafate y mechay. Propio de la Patagonia, se encuentra tanto en Argentina como en Chile, esta planta es un símbolo que hermana a ambos países, en especial a El Calafate y Punta Arenas, ciudades de Argentina y Chile respectivamente y que tienen la planta como símbolo de su pueblo. Y es que el que come una baya de calafate tiene la certeza que ha de volver a la Patagonia.
Filogenia e historia evolutiva: El calafate recibe el nombre científico de Berberis microphilla y el michay, con el que a veces se confunde, es B. darwinii. Ambas especies forman parte de un grupo muy amplio de arbustos con cerca de 500 especies repartidas por el mundo. El género es el mayor representante de la familia taxonómica Berberidaceae que consta de unas 750 especies distribuidas en más de 20 géneros. A su vez la familia está emparentada con la de los ranúncilos, por eso pertenecen al Orden Ranunculales, dentro de la clase Magnoliopsida, de la División Magnoliophyta, las plantas vasculares con flores, del Reino Plantae.
Descripción física: El calafate es un arbol o arbusto de poco más de 1 metro de hojas perennes. Sus hojas son de pequeño tamaño, simples, ovaladas, y de verde claro, están protegidas por espinas de más de 1 centímetro. Sus flores aparecen en los meses de septiembre y octubre, tras el frío del invierno. Sus frutos estarán a punto para ser recogidos en verano durante los meses de diciembre y enero. La variación en la floración y la fructificación puede deberse a las diferentes zonas donde crece. Su baya es redonda, negra, muy similar a los arándanos. Se encuentran sobre las ramas nuevas en racimos de hasta 3 cada una de ellas con su propio peciolo.
Distribución y hábitat: El calafate en endémico de la Patagonia. De hecho, todas las especies del género se encuentran distribuidas en regiones templadas o subtropicales entre el hemisferio norte y la región de los Andes en el sur de América. Es en la región de La Araucanía se usa indistintamente el nombre de michay para referirse al calafate y el michay, puesto que ambas crecen allí y son especies muy emparentadas. El calafate crece desde el nivel del mar hasta los 3.000 metros de altura. Se encuentra en hayedos y en estepas forestales preandinas.
Interacción con el ser humano: Aunque no se cultiva de forma importante, existen iniciativas para domesticar el calafate. Su gran cantidad de antioxidantes, que previenen la oxidación celular, colocan a la baya de calafate como un alimento muy beneficioso, tanto que algunos lo denominan superalimento. Puede consumirse crudo o en preparaciones, que suelen ser dulces, aunque también se puede fermentar para conseguir bebidas alcohólicas. Sin embargo, la dificultad de recolectarlo y su baja producción mantienen el perfil comercial del calafate. Por contra, el calafate o miray se emplean de forma ornamental en jardines o como bonsái debido a su resistencia a las condiciones climáticas.