Las vacunas más usadas contra la COVID-19
Son muchos los países que ya tienen más del 60% de su población total vacunada. A nivel mundial algo más del 43% de la población cuenta con al menos una dosis. A partir de octubre de 2023, los datos indican que más del 75% de la población mundial ha recibido al menos una dosis de alguna vacuna contra el COVID-19. Algunos países, como Portugal e Islandia, han alcanzado tasas de vacunación completas superiores al 90%, mientras que en regiones como el África subsahariana, el acceso sigue siendo un desafío, con menos del 40% de la población totalmente vacunada.
Tras los individuos de riesgo, los de mayor edad y los trabajadores esenciales la vacuna se ha extendido a toda la población y ya empieza a haber los primeros menores de edad vacunados. En este camino, largo y tortuoso, hacia la inmunidad mundial se han empleado varias vacunas. Las más extendidas a nivel mundial son según datos estadísticos: en primer lugar AstraZeneca, Pfizer, Moderna y Sinopharm-Beijing y Gamaleya (Sputnik V). Cabe decir que AstraZeneca fue la primera farmacéutica que comercializo su vacuna a nivel mundial, mientras que la primera en ser autorizada tanto en Europa como en EE. UU. fue la de Pfizer. Evidentemente estas ventajas estratégicas las ha colocado en los primeros puestos del ranking. Por ejemplo, tanto la vacuna rusa como la china se encuentran muy bien posicionadas debido a la población de sus propios países y de sus países colaboradores, a donde se han extendido.
Desde el verano de 2021, varias nuevas vacunas han sido aprobadas y están en uso globalmente. Entre estas se encuentra la vacuna de Novavax, basada en proteínas, que ha demostrado ser eficaz y ha sido distribuida en regiones con menor acceso a las vacunas de ARNm. Otra innovación es la vacuna de Valneva, que utiliza un virus inactivado, brindando una opción valiosa para algunas poblaciones preocupadas por los métodos nuevos de vacunación.
Si siguiéramos bajando en la tabla hasta la posición 10 encontraríamos al menos 3 vacunas más del país asiático. Y es que China autorizó el uso de vacunas de marca nacional mucho antes que otros países y su población está vacunada mayoritariamente con las vacunas creadas en estos países. Entre las 10 primeras encontramos también la vacuna de Johnson and johnson, que recordemos que a diferencia de las primeras de todas, es monodosis y que por lo tanto esto ha hecho que se reserve para personas con posible riesgo. Esto puede haber tenido algo que ver en la extensión en la población de esta vacuna. A parte de estas cuatro vacunas completa la lista una vacuna de manufactura india. Bharat Covaxin ha sido la primera vacuna creada por el país y que ha sido comercializada y por lo tanto es principalmente de difusión dentro de las fronteras. Aunque ya en el puesto número 11 cabe destacar EpiVaccorona, la otra gran vacuna rusa que aunque no ha tenido tanto revuelo como la Sputnik V tiene unos datos muy buenos pero se empezó a comercializar mucho más tarde que su competidora.
La tecnología de las vacunas ha avanzado considerablemente, con los desarrollos de almacenamiento ultrafrío mejorado para las vacunas de ARNm, permitiendo una distribución más amplia y accesible en regiones previamente limitadas por requisitos logísticos estrictos. Estas innovaciones han facilitado una distribución más rápida y efectiva en países con infraestructura médica limitada.
El uso de dosis de refuerzo se ha convertido en una práctica común para combatir la disminución de la inmunidad y enfrentar nuevas variantes del virus. Las campañas de refuerzo comenzaron a principios de 2022 y se han implementado en muchos países, priorizando a los grupos vulnerables y a los trabajadores de la salud para mantener sus niveles de protección.
Estas son las vacunas más usadas hasta el verano de 2021 pero ay muchas más por salir en los próximos meses. Aunque ninguna alcanzará los niveles de producción de estas vacunas, que han sido autorizadas muchas de forma urgente para el estado de emergencia mundial, toda esta capacidad nos da una idea de la envergadura científica del proyecto.
En regiones como América Latina, donde las tasas de vacunación han alcanzado cifras significativas, se ha observado una reducción notable en la presión sobre los sistemas de salud y una reactivación económica paulatina. Sin embargo, continúan enfrentando desafíos debido a la aparición de nuevas variantes que demandan estrategias de mitigación continuas.
Pocas enfermedades tienen una variedad tan grande de vacunas, muchas enfermedades de hecho solo tienen una o ninguna. Con esto nuestra intención es poner de relieve la gran capacidad de protección frente a posibles mutaciones que tiene la humanidad. Como si del sistema inmune natural se tratase cada vacuna protege en general contra la enfermedad pero puede ser que funcione mejor o peor contra alguna cepa concreta. La maravilla de usar esta plétora de vacunas es la capacidad de protección que estamos adquiriendo y lo que dificultará esto al virus para encontrar la combinación de mutaciones adecuadas para volver a causar una pandemia a nivel mundial.