Moléculas orgánicas para la dieta
Una dieta equilibrada es uno de aspectos de mayor importancia en la salud. Todos los seres vivos tienen una serie de nutrientes que le son necesarios y que son incapaces de sintetizar por sí mismos. En el caso de los humanos y por extensión del resto de organismos a estos nutrientes se les denomina vitaminas. Las sustancias o moléculas que se catalogan como vitaminas varían con cada especie e incluso variedades de la misma especie de planta o animal pueden tener requerimientos vitamínicos diferentes.
Pero no solo las vitaminas son compuestos esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. Una dieta tiene que contener una fuente de energía y una fuente de materia orgánica con la que el cuerpo cree y mantenga las estructuras necesarias para la vida.
La fuente de energía más común en las dietas animales son los hidratos de carbono, los azucares. El alto contenido de hidratos de carbono de productos como las patatas, el arroz, la pasta, el pan y otros derivados de los cereales hace que sean la base de la pirámide alimentaria. Por ello deben consumirse con una alta frecuencia diaria.
Otra de las moléculas que es capaz de sintetizar el organismo son las proteínas. Esas estructuras orgánicas con colas nitrogenadas son la base estructural y funcional de los seres vivos, además de poderse utilizar como fuente de energía. Su síntesis de cero es cara, por eso muchos organismos aprovechan las proteínas que ingieren en su dieta para ahorrar energía. La mayoría de vitaminas son moléculas orgánicas con las cuales se sintetizan proteínas. Estas proteínas pueden ser tanto de de origen vegetal o animal. En el caso de los humanos, si se obtienen a partir de vegetales exclusivamente hay que saber equilibrar la dieta. Puesto que a diferencia de la carne, los vegetales no contienen todas las vitaminas necesarias. Puedes leer más sobre nuestro artículo de una dieta vegetariana equilibrada aquí.
El otro compuesto orgánico necesario para la vida son las grasas. La pared celular está hecha de lípidos, que se tienen que generar constantemente en el cuerpo. Por eso la ingesta de grasas es esencial para que las células puedan gozar de salud. Además de en las paredes los lípidos son el material de reserva del organismo. Son una fuente de energía que se puede almacenar en el cuerpo a largo plazo, a diferencia de los azucares.
Así como los hidratos de carbono pueden obtenerse exclusivamente de los cereales y los derivados las proteínas y las grasas se obtienen de carnes, productos lácteos, pescados, frutas y verduras. Siendo mayor el porcentaje de lípidos en las carnes y derivados por lo que se recomienda un consumo menor frente a pescado y marisco o frente a frutas y verduras, ricas en proteínas con apenas grasas.
En la dieta humana aparecen también grasas refinadas, como aceites y mantequillas y azucares refinados, como pasteles, chocolates, etc. Su alto contenido en azúcar y grasas hacen que su consumo deba moderarse con el fin de no consumir más fuentes de energía de la que se gasta. Puedes leer más sobre la dieta y la energía en nuestro artículo «obtencion de energía en la dieta«.
Además de las moléculas orgánicas el cuerpo necesita otros compuestos o elementos inorgánicos. El más importante el agua. Sin embargo también son esenciales los minerales, como el sodio, el calcio o el potasio. Normalmente se obtienen en la dieta, puedes aprender más de su importancia en nuestro artículo aquí.