Composición nutricional de la soja amarilla
La soja amarilla (Glycine max) es uno de los alimentos de mayor difusión entre la población mundial. Puedes leer más sobre las características de esta planta en el artículo que le dedicamos aquí .
Su composición rica en proteínas la convierte en una alternativa de bajo coste para la dieta a las proteínas de origen animal. Aunque el aporte proteico de la soja es importante no cubre completamente las necesidades del cuerpo que sí abarca el consumo de carne. La soja y sus derivados aportan los aminoácidos que necesita un adulto en su dieta para sintetizar las proteínas. Sin embargo la cantidad en la que los aporta es menor que la aportada por la carne, por eso debe ser suplementada con otros alimentos, que pueden ser de origen vegetal, para completar la cantidad de aminoácidos esenciales en la dieta. Estos alimentos pueden ser cereales, arroz o sésamo, por lo que una dieta vegetariana debe contener una variedad de verduras.
Del peso seco de la semilla de soja amarilla el 40% corresponde a proteínas y el 20% a aceites vegetales. Del resto de la composición el 35% corresponde a hidratos de carbono y el 5% a celulosa. El 90% de este aporte se obtiene de los cotiledones de la semilla, aunque la cáscara de la semilla es el principal aporte de fibra.
Además de su aporte proteico la soja contiene compuestos necesarios tales como calcio, hierro, magnesio, potasio, sodio y zinc. El aporte de estos minerales es esencial para el buen funcionamiento del organismo. La soja amarilla es una fuente de hierro que aporta 5 veces más de este compuesto que, por ejemplo, las espinacas. Tanto es así que puede ser casi excesivo el aporte de hierro en una dieta basada en la soja. Puedes leer más sobre los compuestos inorgánicos en la dieta en nuestro artículo aquí . Por otra parte la soja aporta 5 vitaminas, Vitamina A (retinol), B6, B12, C y K, aunque no sea un compuesto especialmente rico en ninguna de ellas.
En cuanto a los hidratos de carbono que componen la semilla de la soja (35%) tan solo un cuarto de ellos son asimilables por el ser humano y son sacarosa. El resto de los hidratos de carbono son trisacáridos (una pequeña cantidad de rafinosa) y tetrasacáridos de estaquiosa. Tanto la rafinosa como la estaquiosa son compuestos que el sistea digestivo humano no es capaz de digerir, por lo que pueden causar molestias durante la digestión y flatulencias debido a que sí son digeridos por bacterias intestinales que los descomponen en gases.
La soja es rica en lecitina, que muchas veces se extrae para suplementarla a otros alimentos. La lecitina se define como una sustancia grasa de origen animal o vegetal en cuya composición hay colina, ácido fosfórico y triglicéridos, entre otros compuestos.
Además de sus nutrientes la soja es conocida por tener una gran cantidad de fitoestrógenos, un tipo de hormonas vegetales. De estas hormonas las isoflavonas que contiene la soja se recomiendas para equilibrar las hormonas en las mujeres que están entrando en el proceso de la menopausia. Puedes leer más sobre otras propiedades de la soja en nuestro artículo aquí.