¿Mono o simio?
Existe la diatriba sobre el correcto uso de las palabras mono y simio. ¿Cuándo se aplica una o la otra? ¿Son sinónimos? ¿Cada una representa a un grupo de mamíferos? Toda la confusión viene de que las palabras mono y simio en inglés adquieren valores diferentes, pero en la lengua cervantina, oficialmente se pueden usar indistintamente. En cualquier caso ambas palabras son de ámbito coloquial y no tienen valor taxonómico en sí mismas, otros ejemplos de esta falta de valor taxonómico es la diferencia entre animales de sangre fría o caliente o invertebrados (porque Vertebrados es en realidad un grupo taxonómico, el subfilo Vertebrata).
En cualquier caso en la lengua inglesa, de la que muchas veces se traducen directamente textos científicos, los monos representan un conjunto de animales pertenecientes al Orden Primates y al Infraorden Simiiformes. Las características comunes de este grupo son su forma antropomórfica y en comparación con los “simios”, los monos cuentan con cola y su esqueleto es evolutivamente más primitivo.
Los monos son taxonómicamente los Parvordenes (nomenclatura taxonómica por debajo del Infraorden y por encima de Familia) Platyrrhini, denominados también como monos del nuevo mundo y Catarrhini, o monos del viejo mundo, exceptuando a los simios, como explicaremos más abajo. Los platirrinos son el 31% de los primates y engloba 122 especies repartidas en 5 familias. Sus colas suelen ser muy largas respecto a su cuerpo y normalmente prensiles. Se diferencian de los catarrinos en que sus narices son chatas, con los agujeros en los laterales. Por el contrario los catarrinos tienen orificios nasales rectos y sus colas son cortas. Los catarrinos (sin contar a los simios son unas 140 especies). Estos parvordenes se separaron hace unos 37 millones de años.
Ahora bien, los simios, zoológicamente hablando, son la superfamila Homonoidea (dentro del parvorden de los catarrinos). Se caracterizan por un tamaño mayor que los “monos”, el mayor desarrollo óseo y craneal y la ausencia de cola. En este grupo se engloban 24 especies, 17 de gibones, 2 de gorilas, 2 de orangutanes, y una de chimpancés, bonobos y humanos. Los grandes simios aparecieron hace unos 20 millones de años, separándose así de los catarrinos.
Pero, ¿son estas todas las especies de primates? No, a parte de los monos y los simios existen además unas 120 especies, englobadas en el Suborden Strepsirrhini (grupo compuesto por lémures unas 100 especies y lórises, 14 especies) y un pequeño grupo del Suborden Haplorrhini, que no forman parte del Infraorden Simiiformes. Éstos son 8 especies de Tarsiiformes y numerosas especies extintas.
En definitiva, la nomenclatura mono o simio no tiene valor taxonómico, pero se emplea por su utilidad para diferenciar a los simios de otros primates relacionados. Además, los monos y simios no son todos los primates y evolutivamente hablando no todos los monos están estrechamente relacionados entre sí, aunque los simios son un grupo evolutivamente cercano. La nomenclatura de los primates es muy controvertida, por su interés para el ser humano, por lo que muchas veces recurrir a la simplificación cotidiana puede ser adecuado, en el ámbito científico no.