Jabalís verrugosos, ¿Cómo es Pumba en la vida real?
Los jabalís verrugosos son un conjunto de dos especies con características comunes adaptados a vivir en climas semiáridos. Así como la semana pasada hablamos de las surikatas, que saltaron a la fama gracias al personaje de Timón en la película de Disney, el rey león. Los jabalís verrugosos se hicieron famosos gracias al amigo inseparable de la surikata, el personaje Pumba. Si bien la ficción tenía ciertos puntos verídicos otras muchas cosas eran simplemente fantasía. Veamos cuales son las verdades sobre estos animales.
Filogenia e historia evolutiva: Los jabalís verrugosos o facóqueros son las dos especies del género Phacochoerus. La especie más abundante o común es P. africanus y cuenta con 4 subespecies con distribuciones distintas. Mientras que el facóquero oriental (P. aethiopicus) es menos frecuente y cuenta solamente con una subespecie viva y otra extinta. El grupo se agrupa en la Familia taxonómica Suidae (los suidos), que comparte con los cerdos y otros jabalís europeos. Todos ellos se clasifican en el Orden Artiodactyla, los artiodáctilos, que son mamíferos con pezuñas con un númer par de dedos. Este taxón se incluye dentro de la Clase Mammalia, del filo Chordata del Reino Animalia.
Descripción física: Ambas especies comparten ciertas características. Su cuerpo de tonel con patas cortas y cola larga o su morro plano y alargado con dos pares de colmillos. La característica distintiva de ambas son las verrugas pares que presentan en la cara por debajo de los ojos. Para diferenciarlos hay que observar el tamaño del cuerpo, mayor en el oriental. Ambos tienen poco pelo en sus cuerpos arrugados (aunque el oriental suele ser más peludo) y grises marronosos, con una crin que recorre todo el lomo. Aunque con una visión de corta distancia se valen de su olfato para buscar raíces y frutas que hozan con sus morros diseñados para excavar, o pequeños animales que completan su dieta. Los machos, solitarios, de mayor tamaño y con los colmillos más grandes, pelean violentamente por las hembras, que viven con sus crías, unas 4 por camada. Sus principales depredadores son felinos y cánidos de la sabana, de los que se defiende bien corriendo o con sus colmillos si no hay escapatoria. No excavan sus propias madrigueras prefiriendo usar las abandonadas por otros animales. Se relacionan mucho con el agua, puesto que como otros suidos, cubren su cuerpo de barro para evitar los parásitos y la acción del sol.
Distribución y hábitat: Ambas especies viven en África, mientras que la especie común está extendida por todo el sur del continente desde el ecuador al trópico aproximadamente, la especie oriental solo se encuentra en Somalía, Etiopía y Kenia. Los facóqueros se diferencian de otros suidos en que toleran bien la escasez de agua y las altas temperaturas. Aunque suelen buscar comida en la sabana suelen refugiarse en arbustos. A diferencia de otros suidos que prefieren la montaña o el bosque.
Interacción con el ser humano: El jabalí verrugoso es una especie cinegética en África. Sin embargo, al ser bastante violenta su caza por métodos tradicionales es bastante arriesgada. Debido a la forma tan pronunciada de su cabeza y sus dos pares de colmillos se ha cazado como trofeo. A pesar de ello, según los estudios de la UICN ninguna de las dos especies se encuentran en peligro de extinción. Aunque el jabalí verrugoso de Java (Sus verrucosus), que no está emparentado cercanamente con ellos pero tiene un aspecto similar sí se encuentra “en peligro” dentro de las especies amenazadas.