La aorta
El cuerpo humano está irrigado por el sistema sanguíneo, que lleva la sangre oxigenada desde el corazón al cuerpo y vuelta corazón, luego la envía a los pulmones donde coge oxígeno y vuelve al corazón para volver a empezar el ciclo. La arterias llevan la sangre del corazón a su destino donde se toma el oxígeno de los capilares y las venas devuelven la sangre al corazón.
La aorta es el vaso sanguíneo más importante de la anatomía humana. En individuos sanos adultos adquiere un diámetro de dos centímetros y medio. La aorta es la arteria a la que el corazón, concretamente el ventrículo izquierdo, expulsa la sangre oxigenada para que se distribuya por todo el cuerpo a través de la red de arterias, a este circuito de ida y vuelta al cuerpo se le denomina circuito mayor del sistema circulatorio. La aorta lleva la sangre desde el corazón hasta el abdomen, por el camino se curva en lo que se llama el arco aórtico o cayado aórtico.
La aorta se ramifica dando lugar a una serie de arterias principales que llevan la sangre a las diferente parte del cuerpo. El primer tramo de la aorta, la aorta ascendente irriga el corazón con las arterias coronarias derecha e izquierda. Desde el cayado aórtico salen las arterias que irrigan la parte superior del cuerpo, cabeza y brazos. La aorta se divide en aorta torácica, desde el cayado aórtico hasta el diafragma que irriga pulmones, esófago y los músculos intercostales. La aorta abdominal, por debajo del tórax, lleva la sangre a todos los órganos del abdomen, hígado, estómago, intestinos, testículos u ovarios, etc. Al final la aorta en la IV vértebra lumbar la aorta se bifurca en las arterias que distribuirán la sangre hacia la pelvis y la parte inferior del cuerpo, la ilíaca común y la arteria sacra media que irriga toda la parte del recto.
La aorta, como todas las arterias tienen la pared gruesa para mantener la presión generada por el corazón aunque permiten cierta expansión. La aorta al ser la primera arteria que recibe la sangre oxigenada, recién salida del corazón, también recibe la sangre con mayor presión. Esto hace que tenga que ser muy elástica para no explotar al recibir la sangre a alta presión además de no ser muy laxa puesto si no la sangre perdería la presión. Para ello la aorta tiene cierta capacidad contráctil para mantener la presión, esto se consigue gracias al tejido externo de las arterias, una capa de músculo liso con láminas de elastina.
La sangre pasa del corazón a la aorta por diferencia de presión. La presión dentro del ventrículo es mayor que en la aorta y por eso sale la sangre aumentando la presión de la aorta (alcanzando hasta 100 mm de Hg), cuando las presiones se igualan deja de pasar sangre, siempre queda sangre dentro del corazón
Las patologías de la aorta son muy graves ocasionando la muerte si no se tratan a tiempo y no son intervenidas quirúrgicamente. Un aneurisma de aorta, la dilatación de la aorta, en el 75% de los casos no produce ningún problema. Sin embargo, si la dilatación alcanza grandes proporciones puede ocasionar una falta de riego en el cuerpo por falta de presión arterial. La aorta puede llenarse en exceso y es incapaz de mover toda esa sangre por lo que en puede llegar a romperse, lo que necesita una intervención médica rápida.