RIA, radioinmunoensayos: radioactividad y anticuerpos
Los RIA son inmunoensayos que emplean isótopos radiactivos para revelarse. Aunque actualmente están en desuso por emplear radiación, que es potencialmente potencial para la salud y puede suponer un peligro para la sociedad si ocurre un accidente en el laboratorio. Los Radio InmunoEnsayos fueron los primeros tipos de ensayos que se hicieron usando anticuerpos. Como muchas de las técnicas que se empezaron a utilizar durante el siglo XX fueron cambiando el uso de material radiactivo por otros compuestos menos dañinos. En la actualidad se suele emplear más los ELISA o los Western-Blots, que son enzimoinmunoensayos, o fluoroinmunoensayos puesto que unos y otros permiten las mismas pruebas pero sin los riesgos de la radiación. También, al ser peligroso, el personal debe tener preparación especial, y las instalaciones deben adecuarse, lo que hace que además del peligro sean más caros. Los anticuerpos que se emplearán en los RIA se obtendrán de la misma manera que para todos los tipos de inmunoensayos. La única diferencia será que en lugar de unir una enzima o un fluorocromo se unirá una partícula radioactiva.
Los RIA, sin embargo, son técnicas muy sensibles y son capaces de detectar concentraciones muy bajas. Un solo isótopo radiactivo puede hacer saltar un contador de radiación, mientras que las concentraciones para ser medibles en los ELISAS, el método más común en la actualidad, varían enormemente dependiendo de múltiples factores, como los anticuerpos usados, el protocolo o incluso la casa comercial del kit. Los RIA, como otros inmunoensayos puede ser competitivo o no competitivo, heterogéneos u homogéneos en columna líquida o en sandwich. Pero normalmente se emplearán en las formas más rápidas y que empleen menos material, para contaminar lo menos posible. Su ventaja radica en que al ser tan específicos no necesitan necesariamente usar anticuerpos secundarios conjugados para amplificar la señal.
De hecho, cuando se usan anticuerpos siempre habrá una parte de ellos que se van a unir de forma no específica a sustancias que no son las que queremos marcar. Para evitar este error se suele hacer siempre un ensayo sin muestra para determinar la cantidad de radiación de fondo del experimento, que luego se eliminará de los resultados. Se han empleado de forma tradicional en la detección de todo tipo de patógenos. Empleados contra muestras de sangre se han analizado anticuerpos o antígenos para la detección de virus como el VIH o el de la hepatitis B. Pero no solo para medir antígenos o anticuerpos relacionados con enfermedades. Gracias a su precisión nos permiten detectar moléculas con muy baja concentración en la sangre, como por ejemplo hormonas. Al ser detectables a más distancia que otros métodos permiten la observación de patógenos en el cuerpo, con sistemas apropiados de exposición. Aunque siguen teniendo el problema de que se han de usar compuestos radioactivos de vida media baja para causar la menor cantidad de problemas derivados de la radiación al paciente.
Como vemos los RIA tienen ciertas utilidades actuales, pero en general se intentará usar otros métodos más seguros, aunque tengan menos eficacia para determinar el número de antígenos que buscamos.