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Astenia primaveral

Publicado por Ramón Contreras

Se define como astenia a un cuadro sintomatológico que acompaña a algunos trastornos. Se compone de vario síntomas como el decaimiento general físico y mental o fatiga, somnolencia diurna, irritabilidad y desmotivación. En oposición a la fatiga convencional estos síntomas no mejoran con el descanso. La astenia está asociada a trastornos del sueño y a periodos de estrés o ansiedad y de depresión. Con mayor incidencia entre individuos de edades comprendidas entre los 20 y los 50 años, siendo más frecuente en mujeres que en hombres.

La anemia, el hipotiroidismos, infecciones, intoxicaciones o el embarazo pueden ser la causa “natural” de la astenia, pero también el abuso del alcohol y el consumo de drogas puede llevar a la astenia.

La astenia primaveral es un tipo de astenia que podemos ver en algunas personas durante la transición de invierno a primavera. Con el cambio de horario y de temperaturas, mucha gente se siente alicaída y desganada sin motivo aparente, esta sensación es debida a nuestro cuerpo adaptándose a los nuevos ritmos, esta sensación puede durar unas dos semanas antes de que el cuerpo se reajuste y vuelva a funcionar a pleno rendimiento o incluso con más energía. Se calcula que alrededor de un 2% de la población lo padece en algún momento de su vida. Si la sensación se prolonga más de un mes habría que consultar con un especialista.

La astenia primaveral, en sí no es una enfermedad, no requiere ningún tratamiento (ni vitaminas, ni ginseng, etc.). Se recomienda mantener una dieta sana y equilibrada, manteniendo un horario, y realizar un poco de ejercicio físico, esto es suficiente para mantener nuestro cuerpo en buen estado mientras se adapta al nuevo horario. Se cree que está relacionada con la concentración de hormonas, sobre todo de beta endorfinas del sistema endocrino“las hormonas de la felicidad”. Sin embargo, al no estar considerada como una enfermedad no existen estudio científicos demostrando tal relación.

El cambio horario y el aumento de las horas de luz pueden afectar a nuestros ciclos de sueño, lo que se traduce en cierto canancio.

El cambio horario y el aumento de las horas de luz pueden afectar a nuestros ciclos de sueño, lo que se traduce en cierto canancio.

El ser humano funciona como el resto de animales, aunque se intente pensar lo contrario. Después del invierno, una época de ahorro energético a nivel orgánico, la astenia primaveral es la limpieza de primavera después de ir a media marcha durante el invierno. Es la reacción del cuerpo preparándose para la época de abundancia que corresponde a la primavera y al verano.

Podría parecer exagerado decir que cambios en las horas de luz pueden causar un efecto tan visible, pero para respaldar este hecho tenemos, por ejemplo, el caso de los países con pocas horas de luz la población afectada por depresiones es mayor. Todos los seres vivos tienen una relación muy estrecha con la luz y un aumento de horas de luz suele ser sinónimo de vitalidad, sin embargo con la astenia primaveral no es así. La explicación es que el cambio hormonal no es inmediato, el cuerpo empieza a consumir más energía por un lado, pero todavía no está preparado para aportar toda esa energía por lo que la sensación general es de cansancio.

Las alergias primaverales pueden estar relacionadas con la astenia, puesto que las defensas que general el cuerpo para “defendernos” de la alergia están relacionadas con los niveles hormonales, pero esto tampoco está probado científicamente.