Protozoos
Cuando se descubrieron los microorganismos, gracias a la invención del microscopio, los naturalistas encontraron un nuevo campo de investigación completamente nuevo. Todos esos nuevos organismos debían ser clasificados de forma similar a como estaban clasificados los animales, los hongos o las plantas. Sin saberlo, estaban empezando a descubrir que todas las formas de vida estaban relacionadas filogenéticamente, o taxonómicamente, para aquellos momentos.
Entre los microorganismos que encontraron había múltiples tipos, desde bacterias hasta seres más complejos como algas unicelulares o agregadas u organismos eucariotas, con núcleo, unicelulares. De esta manera se establecía el primer paso para darse cuenta que existe una continuidad de formas de vida desde las más sencillas, las bacterias, hasta las más complejas, los pluricelulares. Este “eslabón perdido” son los seres unicelulares nucleados, con o sin cloroplastos, que estaban a caballo entre ambos mundos.
Su descubrimiento en 1674 por Leeuwenhoek, que los denominó animáculos, empezó una nueva disciplina, la microbiología. Pero no fue hasta 1820 cuando Georg Goldfuss propuso el filo taxonómico de Protozoa, los protozoos, dentro del Reino Animalia. Con este nombre cuya raíz latina es animales primigenios. Hasta la actualidad la línea que divide a los protozoos de las protophytas (plantas primigenias) o incluso la división entre protozoos y otras divisiones dentro de animales no son claras y dependen del énfasis que cada autor de a las diferentes características de los seres vivos.
En la actualidad se considera que los protozoos son organismos unicelulares que presentan núcleo (son por lo tanto eucariotas), la obtención de materia orgánica es heterotrófa, no realizan la fotosíntesis, y ya pueden obtener la materia y la energía de cualquier manera, fagocitando a otros organismos microscópicos, o cualquier otro tipo de depredación, alimentándose de restos orgánicos. Además, debido a su naturaleza unicelular están ligados a ambientes acuáticos, ya sea marinos como dulceacuícola. A diferencia de los unicelulares emparentados con las algas los protozoos carecen de pared celular. Por otra parte la vida libre de estos seres hace que rara vez formen agregados y mucho menos desarrollen estructuras pluricelulares, como tejidos. En general tienen respiración aerobia y salgo algunos grupos que se han adaptado a la anaerobia son sensibles a la falta de oxígeno.
En aquellas clasificaciones en las que se usa el Reino Protozoa, estos se diferencian de los protistas por su movimiento flagelar. En el grupo de los protistas caben todo tipo de unicelulares nucleados que no se clasifican en el resto de grupos. En estas clasificaciones suele hacerse referencia a los protozoos como el primer grupo evolutivo de los eucariotas.
No solo a nivel evolutivo se considera a los protozoos un paso entre las bacterias y los pluricelulares. También en las cadenas tróficas de los ecosistemas en los que habitan son un eslabón de intercambio de energía. Por una parte sus presas habituales suelen ser otros organismos unicelulares, como bacterias, hongos o algas microbianas. Por otra parte estos protozoos suelen ser presas a su vez de microinvertebrados, haciendo fluir la energía desde los la base de la pirámide trófica hacia los animales más complejos. Es por ello que los protozoos juegan un papel importante en los ecosistemas complejos.