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Fases del proceso de compostaje: cómo se hace el compost

Publicado por Ramón Contreras

La agricultura es una de las actividades humanas que más en contacto está con la naturaleza. La dependencia del ser humano de las condiciones climáticas como las lluvias, el calor o el frío se hacen evidentes cuando tratamos de temas agrícolas. Sin embargo, siempre hemos intentado depender lo menos posible de las condiciones variables que fluctúan cada año para poder garantizar una cosecha estable que dará de comer a toda la población. Del mismo modo, el uso del suelo nos lleva al mismo escenario. El compost es un tipo de abono de origen biológico que ayuda a reutilizar parte de la cantidad de deshechos que provocamos. El proceso de compostaje ocurre solo en condiciones controladas. Dependiendo de la temperatura del compost se pueden encontrar 4 etapas:

Fase mesófila: la primera etapa del compostaje dura entre 2 y 8 días y en ella las bacterias mesófilas (que viven a temperaturas medias) empiezan a descomponer los compuestos más sencillos para crecer. La temperatura del montón de compost puede ascender hasta los 45 °C durante los últimos días. Si la humedad es demasiado baja, se ralentizará el proceso, mientras que si es demasiado alta, la materia orgánica se pudrirá en lugar de descomponerse (y desprenderá malos olores). El pH del compost en este punto es ácido, entre 4 y 4,5.

Fase termófila: en esta fase empezarán a crecer de forma natural bacterias que viven a altas temperaturas (por encima de los 45 °C). Serán estas bacterias las encargadas de romper en componentes sencillos la materia orgánica más compleja, como la lignina de la madera o la celulosa del papel. Entre los 40 °C y los 60 °C encontramos tanto hongos como bacterias, pero cuando la pila de compost supera los 60 °C ya solo encontramos bacterias. Estas altas temperaturas pueden durar meses, dependiendo de la composición del material que estemos intentando compostar. A esta temperatura se pausteriza el compost (eliminamos posibles bacterias de origen fecal y otros posibles patógenos como huevos de helmintos). Así obtenemos un producto higienizado y seguro para su uso en cultivos con fin alimentario. Las bacterias termófilas consumen mucho oxígeno, así que hay que voltear el montón de compost con regularidad para proporcionárselo, si no la temperatura puede bajar y no realizarse correctamente la degradación de parte de la materia orgánica. Durante esta fase y debido a la formación de amoniaco, el pH subirá.

Fase de enfriamiento: como su nombre indica, esta fase se caracteriza porque las bacterias termófilas ya no tienen alimento y van desapareciendo. Sabremos que hemos entrado en esta fase cuando tras voltear la pila de compost la temperatura no vuelva a subir. La temperatura desciende de nuevo hasta los 40 °C-45 °C y vuelve a ser recolonizado por hongos (a veces visibles) y bacterias mesófilas. Estos organismos cogerán de nuevo los compuestos sencillos fruto de la rotura de la celulosa y la lignina en la fase anterior y volverán a degradarlo en componentes todavía más sencillos.

El compost puede tardar hasta 9 meses en hacerse, dependiendo de las condiciones ambientales

Fase de maduración: esta es la fase que dura más tiempo, que puede alargarse meses. En ella se vuelven a polimerizar algunos compuestos que serán beneficiosos para las plantas, se perderá el exceso de temperatura y humedad (condensación).

Una vez llegados a este punto, el compost ya está listo para mezclar con la tierra donde se vaya a cultivar para mejorar el crecimiento de las plantas. Puedes leer más sobre el compost en el artículo que le dedicamos aquí.