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Bacteriemia relacionada con el catéter

Publicado por Ramón Contreras

Las bacteriemias nosocomiales son infecciones sanguíneas causadas por bacterias que se adquieren en un entorno hospitalario o de atención médica. Estas infecciones suelen estar relacionadas con procedimientos invasivos, dispositivos médicos como catéteres o ventiladores, y la exposición a microorganismos resistentes a los antibióticos. Entre las más comunes dentro de este tipo de infecciones encontramos la bacteriemia o fungemia relacionada con el catéter. De hecho, se estima que alrededor del 80% de las bacteriemias nosocomiales están relacionadas con el uso de catéteres intravenosos.

Los catéteres ayudan en gran medida a la administración de medicamentos y al control del paciente, pero en ocasiones pueden contaminarse.

Cuando un paciente lleva mucho tiempo un cateter, una vía intravenosa, es posible que sea colonizado por bacterias y éstas pueden pasar a la sangre. La bateriemia relacionada con el cateter (BCR) es una complicación común en pacientes que tienen un catéter intravenoso. Esto ocurre cuando las bacterias o hongos ingresan al torrente sanguíneo a través del catéter y causan una infección. La BCR es una complicación médica relevante, ya que puede llevar a complicaciones graves como septicemia y shock séptico si no se trata adecuadamente.

Los síntomas de la bacteriemia o fungemia relacionada con el catéter pueden incluir fiebre, escalofríos, malestar general y enrojecimiento o inflamación en el sitio de inserción del catéter. Es importante tratar esta complicación de forma rápida y adecuada para prevenir las complicaciones graves.

La tasa de mortalidad asociada con la bacteriemia depende de varios factores, incluyendo la salud general del paciente, la rapidez con la que se diagnostica y trata la infección, y la presencia de otros problemas de salud. La sepsis es una complicación grave de la bacteriemia que puede llevar a un shock séptico y tiene una alta tasa de mortalidad. Para disminuir la mortalidad por sepsis, es crucial identificar rápidamente la infección, administrar tratamiento antibiótico adecuado y proporcionar soporte vital intensivo si es necesario.

La técnica de referencia para el diagnóstico de la bacteriemia es el hemocultivo, que consiste en obtener muestras de sangre del paciente y cultivarlas en un medio de cultivo especializado para detectar la presencia de microorganismos causantes de la infección. El medio de cultivo utilizado suele ser un medio líquido que favorece el crecimiento de bacterias y hongos presentes en la muestra de sangre.

Tres factores determinantes de la epidemiología de la bacteriemia incluyen la presencia de dispositivos invasivos como catéteres, la exposición a microorganismos resistentes a los antibióticos debido al uso excesivo de estos medicamentos, y la presencia de condiciones que comprometen el sistema inmunológico del paciente, como el cáncer o la diabetes.

Las bacterias que causan bacteriemias pueden provenir de diversas fuentes, incluyendo la piel del paciente, el entorno hospitalario contaminado, el personal médico o visitantes portadores de bacterias patógenas, y los propios dispositivos médicos como catéteres. Las bacterias más comunes, pero no exclusivas, asociadas con bacteriemias nosocomiales incluyen Staphylococcus aureus, Enterococcus spp., Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa

Para prevenir la bacteriemia o fungemia relacionada con el catéter, es importante seguir estrictas medidas de higiene durante la inserción y cuidado del catéter, así como realizar un monitoreo constante del sitio de inserción para detectar cualquier signo de infección.