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Esporotricosis, infección por hongos linfocutánea y osteoarticular

Publicado por Ramón Contreras

Las técnicas modernas de secuenciación de ADN han mostrado que la idea que se tenía hasta ahora sobre las especies de hongos capaces de infectar el ser humano ha cambiado mucho. Las especies se han multiplicado a medida que se ha comprobado que en muchas ocasiones son varias especies de un mismo género las que causan un único tipo de infección. En estas ocasiones se ha visto que diferentes especies provocaban la misma enfermedad con diferentes intensidades, explicando a nivel médico el amplio abanico de gravedades que se tenía registrado hasta ahora. Estos hongos pertenecen a los ascomicotas con mucha frecuencia, grupo que frecuentemente causa infecciones.

Filogenia e historia evolutiva: El género Sporothrix, que de forma tradicional cuenta con una sola especie S. schenckii, es el causante de enfermedad micótica esporotricosis. Sin embargo, las pruebas de ADN han demostrado que existen varias especies S.globosa, S. brasiliensis. Siendo la primera de estas nuevas especies de distribución cosmopolitas como la S. schenckii sensu estricto, mientras que la segunda de ellas es casi exclusivamente brasileña, como su nombre indica. Otras especies del grupo son Sporothrix mexicana y Sporothrix luriei. Todas ellas forman parte de la familia taxonómica Ophiostomataceae, del Orden Ophiostomatales. La clase a la que pertenecen es Sordariomycetes (hongos comunes de la pared que tienen cuerpos fructíferos periteciales). Finalmente forman parte de la División Ascomycota (hongos con micelio tabicado), del Reino Fungi.

Descripción física: Las especies no se diferencian morfológicamente o en cultivo, por lo que todas tienen las mismas características. Son hongos dimórficos, alternando el crecimiento de la colonia como si fuera un moho o una levadura dependiendo de la temperatura. Temperaturas por encima de los 37ºC provocarán el crecimiento de tipo levadura. En ambos casos toman una forma amorfa ligeramente viscosa, siendo la levadura de marrón más claro que el moho. Estos cambios de consistencia se revelan a nivel microscópico como diferencias en la disposición de las hifas alargadas con células bien diferenciadas en el moho y formaciones globulares en la levadura. La forma de levadura es la que crece en el ser humano, y el tipo de crecimiento concéntrico es un rasgo de uso diagnóstico.

Distribución y hábitat: Si bien la especie anterior se creía que era cosmopolita el descubrimiento de las diferentes especies que forman el grupo ha revelado que hay algunas que realmente son ubicuas y otras que tienen un área de distribución mucho más restringida, véase la especie brasileña o la mejicana. Si bien S. globosa es cosmopolita, la mayoría de las muestras que se han obtenido de esta especie provienen de la India, donde es la especie mayoritaria. Sin embargo, la enfermedad se transmite tan solo a través de los rosales, por pinchazos de las zarzas.

Interacción con el ser humano: La esporotricosis linfocutánea es una infección de la piel donde causa úlceras y llagas, aunque puede llegar hasta el pulmón (por inhalación de esporas), los huesos (osteoarticular), el ojo (keratitis) o el cerebro. Recibe el nombre para representar los órganos que suele afectar. Tiene el inconveniente que no se conoce una cura, por lo que se cronifica. Aunque sí se ha comprobado que las diferentes especies tienen diferentes niveles de resistencia a los antifúngicos, todavía no se ha comprobado si causan diferentes intensidades de la enfermedad.

Diagnóstico y tratamiento: El diagnóstico de la esporotricosis se realiza a través de la identificación del hongo en muestras clínicas, como tejido infectado, pus o sangre. Las técnicas de diagnóstico incluyen el cultivo del hongo, la histopatología y las pruebas serológicas. El tratamiento de la esporotricosis depende de la gravedad y la localización de la infección. En los casos de infección cutánea, se puede tratar con medicamentos antifúngicos orales o tópicos. En los casos más graves, como la esporotricosis diseminada, se pueden requerir tratamientos más agresivos, como la terapia con medicamentos antifúngicos intravenosos.

Prevención: La prevención de la esporotricosis implica evitar el contacto con materiales que puedan estar contaminados con el hongo, como la tierra y las plantas, especialmente los rosales y las zarzas. Es importante usar guantes y ropa protectora al manejar este tipo de plantas o al trabajar en el jardín. En áreas donde la esporotricosis es común, se deben tomar precauciones adicionales, como evitar caminar descalzo y mantener las heridas limpias y cubiertas para prevenir la infección.

Investigación futura: A pesar de los avances en el diagnóstico y tratamiento de la esporotricosis, aún quedan muchas preguntas sin respuesta. La investigación futura se centrará en entender mejor la biología del hongo, incluyendo su genética y su interacción con el sistema inmunológico del huésped. También se necesitan estudios para desarrollar nuevos tratamientos y estrategias de prevención más efectivas.