Intoxicaciones por setas o micetismos
Las setas son uno de los manjares propios del otoño. A pesar de que algunas de ellas, como el champiñón o las setas de cardo pueden cultivarse, muchas de ellas todavía solo se pueden consumir cuando es la temporada, lo que hace aumentar su rareza y el interés en encontrarlas. Sin embargo los hongos tienen también su cara negativa. Algunas de ellas pueden contener toxinas para precisamente desalentar a sus posibles depredadores a comerlas.
Las intoxicaciones por setas, cuyo término médico es micetismos, pueden tener consecuencias muy diversas. Comer setas produce un amplio abanico de reacciones en el ser humano, que pueden ir desde alucinaciones e indigestión a casos graves que necesitan tratamiento médico por daño hepático e incluso desembocar en la muerte del consumidor de setas.
Algunas setas que producen intoxicación son más conocidas como Amanita muscaria, Amanita phalloides y A. virosa, son tres de las setas más tóxicas del mundo, puesto que cada año aparecen noticias sobre muertos por su consumo. Todas ellas pertenecen al mismo género que una de las setas mejor valoradas gastronómicamente Amanita caesarea.
Uno de los problemas que llevan a las intoxicaciones es que no existen reglas sobre qué setas son tóxicas. Las setas que producen toxinas no tienen ninguna característica común apreciable a simple vista. Ni cocinar muy bien las setas va hacer que algunas de ellas pierdas su toxicidad. La única manera de saberlo es conocer bien las setas que se va a consumir, por lo que siempre se recomienda ir con un experto y en caso de duda no arriesgarse. Más o menos la mitad de las intoxicaciones por setas no llegan a los hospitales (unos 5 casos por millón de habitantes).
Las intoxicaciones pueden clasificarse dependiendo de muchos factores, como el efecto sobre el individuo, el tiempo que tarda en aparecer los primeros síntomas, la cantidad de toxina que se necesita ingerir para notar síntomas, etc. normalmente en muchas libros de micología para aficionados a la recolección se clasifican según su interés gastronómico.
Médicamente se clasifican dependiendo del tiempo en que tardan en aparecer los primeros síntomas. Las de latencia breve son aquellas en las que los primeros síntomas, independientemente de su gravedad, aparecen antes de las 6 horas desde su ingesta. Por el contrario en aquellas de periodo de latencia largo pueden aparecer los síntomas más frecuentemente entre los 9 y los 15 días tras el consumo de la seta en cuestión.
La mayoría de intoxicaciones pueden evitarse con tratamiento adecuado, el problema muchas veces es reconocer la gravedad de la intoxicación a tiempo. La mayoría de procedimientos para la depuración de toxinas de latencia breve es el lavado de estómago y el suero sanguíneo. La mayoría de este tipo de intoxicaciones causan gastroenteritis aguda, que con suerte puede incluir vómitos que expulsarán las setas tóxicas del organismo.
También hay setas que causan síndrome delirante, que suelen ocurrir al poco tiempo de consumirlas, para evitar estas intoxicaciones suele sedarse al paciente hasta que su sistema nervioso consigue procesas las toxinas que le afectan. No hay que confundir estas con las setas alucinógenas, cuyo efecto es en ocasiones buscado por sus consumidores. Aún así se pueden tratar con miorelajantes, hipnóticos que eviten os problemas musculares asociados y relajen el sistema nervioso.