Virus gigantes, algas verdes y transferencia genética
Los virus de gran tamaño son un grupo especialmente interesante para comprender a los virus. Su gran cantidad de ADN conserva todavía la maquinaria replicativa necesaria para su propia supervivencia, en contra de lo que pasa en todos los otros virus que han perdido gran parte de esta maquinaria y usan la del hospedador para poder multiplicarse. Esta estrategia de ahorro de espacio y uso de la maquinaria del hospedador es común a todos los parásitos. Tanto en eucariotas como bacterias podemos observar este tipo de evolución. Sin embargo, los virus gigantes no han seguido esta corriente evolutiva, por lo que es una oportunidad única para conocer más sobre el origen evolutivo del grupo (puesto que normalmente se emplean estas proteínas para establecer relaciones filogenéticas). La ilusión a los estudiosos del grupo les duró poco, no pudieron establecer a que grupo (bacterias, arqueas o eucariotas) había pertenecido la maquinaria de los virus gigantes, tenía características de todos los grupos.
Estos virus fueron descritos en 2003 por primera vez y puedenv erse al microscopio óptico gracias a sus enormes dimensiones. Un estudio más reciente -2020- mostró que los virus gigantes no solo conservaban su maquinaria sino que eran capaces de introducir grandes cantidades de material genético en los hospedadores. Se descubrió que aproximadamente el 10% del material genético de un alga verde, hospedador habitual de un virus de este tipo, no era del alga. Esta fracción de su genoma correspondía concretamente a un virus de gran tamaño. Siguiendo este hilo pudieron encontrar el genoma de vírico en varios grupos de algas verdes.
El estudio del genoma de los virus mostró además que contenían algo asombroso, genes no esenciales para la vida del virus. Lo nunca visto. Estaba claro que una parte de los genes del virus son de origen algar. El estudio resuelve que entre 80 y 1800 genes de alga verde se encuentran dentro del genoma de varias especie de virus. Tanto es así que se han visto intrones dentro de los genes del virus. Los intrones son secuencias de ADN que no codifican proteínas y que se sitúan entre regiones codificantes de un mismo gen. Este tipo de secuencias solo se habían observado en eucariotas, como las algas verdes.
La transferencia de material genético ha sido pues en las dos direcciones. Las algas verdes contienen copias enteras del genoma del virus y el virus ha incluido dentro de su genoma genes para el metabolismo porpio de las algas. En estos momentos se especula como puede haber afectado esto a ambos seres. La incorporación del genoma del virus da a las algas una nueva batería de genes con los que trabajar, dando la oportunidad de nuevas interacciones metabólicas. De hecho, estas algas son muy diversas y adaptables. Este estudio abre una nueva via de estudio de la evolución y éxito de este grupo. Por su parte parece ser que el virus ha seguido la estrategia de introducir su genoma en el alga para asegurarse que pasa de generación en generación. Además, tener genes de alga tal vez es parte de una adaptación evolutiva a facilitar la recombinación de su genoma con el del hospedador.