Qué es un oncogen
La mayoría de enfermedades cancerígenas tienen su origen en una anomalía en la producción de una o más proteínas. Esto, dentro de la célula, se traduce en un desequilibrio de la producción de proteínas, que viene como resultado de un problema de transcripción de ADN. La regulación de la síntesis de proteínas se lleva a cabo a nivel genético, existen regiones en el ADN que modulan el número de copias de cada proteína que se sintetizarán. Además, existen genes (proteínas) encargados de controlar los procesos de transcripción del ADN a ARN y de ARN a proteínas. Estos genes controladores se denominan housekeepers en inglés, traducidos como guardianes de la casa. Estos genes controlan (activan o inhiben) procesos clave como la proliferación o división celular, estos genes también recoben el nombre de protooncogenes.
Cuando un gen de este tipo sufre una mutación (durante la división celular o a causa de mutagenos externos) y la actividad de la proteína que codifica se ve alterada pasa a denominarse un oncogen. La alteración de la actividad normal de un gen que regula la división celular puede dar lugar a una proliferación anormalmente alta de células (un tumor). Cuando la proliferación no está bien controlada y se dispara el número de divisiones celulares es muy frecuente que otros procesos, como los que controlan la separación de las cromátidas o los cromosomas durante la división, se vean afectados. En consecuencia muchas células hijas, durante este proceso anormal de divisiones pueden perder regiones de ADN e incluso cromosomas enteros. Esto lleva a una mayor descompensación de los ciclos de división y además a desequilibrios en el metabolismo celular, que son los causantes de que el tumor se convierta en un cáncer maligno.
Se han clasificado los oncogenes dependiendo del lugar en el que actúa de la cascada de proliferación celular.
En primer lugar encontramos aquellos genes que codifican proteínas de membrana o que van al espacio extracelular. Estos genes suelen codificar para factores de crecimiento que estimularán a ellas mismas y a otras células a dividirse. En este apartado se engloban todos los factores de crecimiento, tales como el TGF-alfa de la epidermis o el PDGF del sistema nervioso.
En segundo lugar encontramos aquellas proteínas encargadas de recibir estas señales y activar las rutas internas. Estás proteínas de membrana pueden estar mutadas de tal forma que se encuentran constantemente activas (a pesar de no contar con una señal exterior).son comunen las alteraciones de los genes src o fms en este caso.
A continuación encontramos aquellos genes que eran los encargados de procesar la señal que introduce la proteína de membrana. Estas proteínas en situaciones normales amplifican la señal que reciben de la membrana en varios pasos de interacción proteína con proteína, si cualquiera de ellas se ve afectada la proliferación puede verse promovida sin que exista realmente una señal exterior. Las proteínas más conocidas son las proteínas G, Ras o las kinasas.
Aun suponiendo que todos los genes de la ruta anteriores funcionasen correctamente todavía se pueden encontrar genes que pueden estar mutados. En este caso nos referimos a los factores de transcripción nucleares. Las señales del citoplasma llegan a la membrana nuclear y son introducidos al núcleo y se unen a secuencias de ADN para controlar la proliferación celular. En este caso puede haber una mutación tanto en las secuencias controladoras del ADN o en las proteínas que deben unirse a ellas. Ambas alteraciones pueden dar lugar a una división celular descontrolada.